Triumph Tiger 800

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Parece que, tras algunos años un tanto difusos, se define por fin la búsqueda por parte de las marcas de un concepto que desde hace mucho tiempo se ve cada vez más necesario:
La Moto Lógica.
Unos ha tomado el apartado de las naked como punto de partida hacia esa moto abstracta, y así tenemos, por ejemplo, la Aprilia Shiver 750, la Yamaha FZ-8 o la Honda Crossrunner, por nombrar algunas de ellas. Sin embargo los ingleses de Triumph, como no podía ser de otra forma, arrancan desde un punto diferente a los demás: Parten desde la categoría trail, pero para buscar de una forma inteligente, no sólo La Moto Lógica, sino para tratar de abarcar, además, un concepto más ambicioso:

La Moto Completa.
Veamos en nuestra prueba a fondo hasta qué punto han conseguido su objetivo.

  

tomas posando tiger




 Probador 1. 

Nombre: Tomás Pérez.
Ficha técnica: Edad: 53 años, altura 1,91m, peso 107 kilos.
Nivel: 3º Clasificado en la categoría Twin del campeonato Mac-90.

Posición
Lo cierto es que la posición, combinando las dos alturas de sus anclajes más los dos espesores del asiento corriente y el de gel (accesorio), transmite una primera impresión de “chica para todo”. El manillar plano como el de una naked, pero con una anchura y, por tanto, con un brazo de palanca mucho más aprovechable en según qué terrenos. Las estriberas atrasadas lo justo para ejercer el mismo control sobre la moto que una naked, pero algo más bajas para llevar las piernas con una posición más relajada en largos viajes y hacer más natural, también, la conducción de pie. La ergonomía del depósito en conjunción con la pantalla de regulación manual, ofrecen una protección en la línea de la versión efe de cualquier naked.

tomas tiger pista 1

En marcha

Gracias a esa posición, macada por el manillar, y a su virtuosa estrechez, la Tiger 800 se siente muy manejable desde el primer metro y, ajustando lo mejor posible la altura del asiento a cada piloto, una moto que se deja dominar con facilidad incluso en las maniobras de garaje. En cuanto comienzas a evolucionar con ella, aprecias la suavidad y la precisión generales de los mandos; el cambio también se muestra muy preciso y el punto muerto se encuentra con facilidad. Al mismo tiempo sientes cómo esta Tiger pequeña se balancea con exactitud a cada movimiento, incluso a cada gesto de nuestro cuerpo. Utilizaré por una vez una frase que puede sonar como un tópico pedante, pero no queda más remedio, porque creo que define muy bien la impresión que transmite esta moto en los primeros kilómetros: La Tiger 800 se siente como una moto muy Intuitiva. Llevada a una carretera de montaña se muestra segura, con aplomo, e incluso divertida, como una buena trail, una sensación que sin embargo se espesa al meter esta tricilíndrica en una pista de carreras, donde mantiene su precisión, pero parace haber engordado en el pit line. 

En las curvas rápidas de autopista traza teniéndose sin titubeos, con una firmeza que da toda la confianza a su piloto.




El motor
Diríase que es el elemento que ha servido de referencia al resto del conjunto en esa búsqueda de la moto lógica abarcando la moto completa. El 800 tricilíndrico tiene para todos: Veremos en la versión XC cómo la fuerza de un par casi al ralentí consigue un punto de tracción valiosísimo en caminos intrincados, pedregales y pendientes de firme incierto. Los medios son llenos, completos, amplios, incluso generosos, y se puede decir que con ellos podemos llevar adelante el 95% de la conducción de esta Tiger. En cuanto al régimen alto… el hombre es ambicioso por naturaleza, ya se sabe -con resignación-, y cuando uno siente empujar con fuerza, precisión y apenas sin vibraciones este tres cilindros, se duerme con el acelerador enroscado hasta que alcanza el corte del encendido y despierta con una injusta decepción; quiero decir con esto que uno se quedaría ensimismado subiendo hasta las 16. 000 con esa misma fuerza lineal que esta 800 llega a su régimen máximo, las 9.300 rpm.

saltoPreguntando en algunos foros sobre detalles a observar de este modelo, nos había señalado que, por un lado, se calienta en exceso en la densidad del tráfico, y por otro, que habían oído que su consumo es elevado. En cuanto al primer punto, tanto mis compañeros como yo mismo, no hemos observado, en absoluto, una temperatura llamativa en los trayectos urbanos; aunque cabe señalar que la temperatura ambiente en estos trayectos no superó los 20º. En cuanto al segundo punto, durante mi prueba particular, llevando la Tiger de una forma repartida por ciudad, autovía y carretera de montaña, a un ritmo más bien exigente, el consumo ha arrojado una media de 6,3 l/100km.

La Frenada
Esta versión de carretera, a diferencia de la XC, muestra una mordiente más potente y de cualquier manera suficiente para la ruta. Sin embargo me siento obligado a señalar que se mostró algo justa en las demoledora prueba a la que la sometí sobre la pista para detener in extremis, y con el ABS desconectado para aprovechar al límite el agarre del neumático, los 107 kilos de un servidor: una situación que casi con toda seguridad ningún futuro usuario de esta trail media llegará a vivir.

Off Road

Lo mejor para conocer todas las posibilidades de la Tiger 800 en el campo es leer nuestra prueba a fondo de la versión XC

Prueba Tiger 800 XC

De Noche

No hay mucho que describir sobre la Triumph Tiger 800 conducida de noche, quiero decir que no me dio la impresión, como en algunas otras motos muy particulares, de ser un ave nocturna, esta trail es simplemente una moto polivalente y, por tanto, válida para viajar de noche. La visión, dentro de lo que es una moto, está garantizada con la doble óptica y los datos aportados por la instrumentación resaltan en la oscuridad con suficiencia, incluso para un cincuentón con una presvicia de 1,5 como el que escribe.

 tiger tomas

Pegas
-La óptica de los espejos es amplia y está muy bien situada, pero es también completamente plana: no tiene la curva panorámica y, por tanto, la visión que ofrecen los retrovisores se ve bastante recortada.
-El depósito muestra en su interior una gruesa espina contra la que choca el chorro de gasolina y resulta complicado evitar que salpique al repostar.
-El cambio se muestra muy preciso, pero lo cierto es que también se siente algo seco, tal vez sea por el milimétrico recorrido de la palanca, sin la más mínima holgura; aunque no es fácil empalmar una marcha con otra sin tocar el embrague, incluso subiendo casi al límite de revoluciones.
-Los protectores de las manetas (se trata de un accesorio) tienen más bien un sentido estético, casi testimoniales contra el frío; tal vez por la orientación fija de su altura, que deja al descubierto todo el dorso de la mano y los nudillos incluidos.

Precio

8.595€
9.195€ con ABS

triumph-tiger-ted-simon

Epílogo Literario
Permítame el lector que este retazo, habitualmente lírico, tenga para este particular caso un cariz eminentemente épico.
En los tramos fuera del asfalto, al superar los badenes de tierra y al elevarme sobre la gravedad en los inocentes saltos que abordé con esta Tiger 800 para la prueba trail, mi memoria evocaba permanentemente el recuerdo de un gran explorador, un gigante entre los expedicionarios sobre dos ruedas, que relata su increíble viaje con el exquisito estilo que dejaría la pluma del mismímisimo Vázquez Figueroa.
Estoy hablando del señor Ted Simon, alguien que ha representado para el que firma, desde su primera juventud, toda una referencia en lo que a viajes en moto se refiere.
Su obra literaria recoge las aventuras y peripecias, también las intensas vivencias tratadas desde un fondo existencial, de la expedición que emprendió en solitario para recorrer el mundo entre 1973 y 1977, subido en una Tiger íntimamente emparentada con la Bonneville T-130, que nada tiene que ver con la neoclásica T-100 que ahora, en nuestro tiempo, fabrica la marca inglesa. No. Nuestro hombre debió de sentirse como el doctor Livingston aventurándose por los rincones más ignotos de El Globo con aquella sudorosa, oleosa, incierta y caprichosa Triumph de los setenta.

los-viajes-de-jupiterSi el señor Ted Simon, que hace ya algún tiempo cumplió los ochenta y que, desde luego, sigue conduciendo una moto, hubiera dispuesto de la actual Tiger 800 para su increíble aventura, seguro que no hubiera pasado por las complicadas vicisitudes que convirtieron su prolongada aventura en una auténtica hazaña del siglo XX…, claro, que de haber sido así, su libro no habría podido llevar un título de sentido extraterrestre.
Los Viajes de Júpiter.
Ediciones Interfolio.











Tomás Pérez

Más sobre la Tiger 800 en las siguientes páginas.

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