Estuvimos en el Wheels and Waves 2018
Wheels and Waves- Somos animales de costumbres. Por eso, otra edición más que nos ponemos rumbo a Biarritz. Este año la expedición ha sido menos numerosa en miembros pero contaba con la misma ilusión y ganas y como no podía ser de otra manera, nos llovió al subir. No ha habido año que no nos haya caído agua. Sobre todo al subir. Este año no ha sido la excepción. (Sigue leyendo)
Aún así, sabiendo que daban "algo" de agua, al W&W mola ir chulazo y con casco abierto, por lo que las consecuencias, pasados Etxalar y Bera, justo antes de llegar a Behobia, fueron que bebía agua directamente del bigote. Tenía agua hasta por la zona interior de los cristales de las gafas. ¡Qué incomodidad!
Pero bueno, como nos tenemos por moteros relativamente preaparados y no del todo inconscientes, llevábamos nuestros trajes de agua. Así que toda la chulería y estilazo se limitaban a nuestras fantásticas burras y mi casco DMD SeventyFive que me permitió seguir bebiendo agua gratis hasta Biarritz.
Llegar a la Villa para acomodarnos, con el traje de agua, lloviendo sin parar, el cielo plomizo y motos para arriba y para abajo, fueron imágenes y sensaciones encontradas. Menos mal que hay chulazos de verdad que les da igual el tiempo que haga y van ideales sobre sus monturas en cualquier circunstancia. Realmente lo que pensaba era en su poca practicidad por lucir palmito y los miraba con recelo. Seguro que son poco de fiar.
Además de las circunstancias que rodearon nuestra llegada a Biarritz, la sorpresa vino cuándo un belga y un noruego muy majos me preguntan por el recinto. Me deshago en explicaciones diciéndoles lo cerca que estábamos y cómo llegar, pero cuando me miran incrédulos y me dicen que lo quieren saber es a dónde han trasladado el recinto este año, no entiendo nada. Pensaba que mi inglés se había quedado demasiado justo para esa conversación, pero con algo de esfuerzo por ambas partes nos entendemos a la perfección y se me desencaja la mandíbula dibujando una gran O con los labios. ¡¿Qué han cambiado el W&W de sitio este año?! No me lo podía creer, ¡si somos animales de costumbres!
Corro al encuentro del resto de la expedición con la noticia y rápidamente encontramos una nota publicada en la web oficial. ¡Maldita sea! ¡Es cierto! Se habían ido a La Halle d'Iraty, al lado del aeropuerto. Bueno, realmente no se fueron nunca. Simplemente decidieron montar todo el evento allí en vistas de cómo pintaba la semana. Desde el mismo jueves, día de la apertura, todo estuvo dispuesto en los pabellones.
Ahora si que no sabíamos qué pensar... Las dudas y el recelo crecían por momentos.
Ya sólo ir al nuevo emplazamiento era raro. Menos mal que al llegar, el ambientazo en el parking prometía. Había de todo, como siempre. Motos nuevas, motos con solera, motos feas, motos chulas, motos, motos, motos por todos sitios. También algún coche que no desmerecía.
Aunque el parking tenía el bullicio típico del W&W, mirar hacia la entrada y no ver los stands, la gente, el ambiente en definitiva, se hacía raro. Después de hacer cola para entrar, te dirigías por el amplio hall de columnas hacia las escaleras mecánicas que te bajaban las dos alturas hasta el evento propio.
Menos mal que al bajar el último tramo, según mirabas por las puertas acristaladas hacia el exterior, te recibía la imponente imagen del Wall of Death de Indian plantado sobre el asfalto.
Fuera, antes de entrar a los pabellones, paseamos con muchas dudas entre la gente y las carpas que habían fuera. De comida la mayoría. También estaba el halfpipe de los skaters, que por fortuna tuvieron un sábado soleado y sin lluvia para disfrutar rampa arriba, rampa abajo.
Fuera también estaban los de MotoGuzzi con las pruebas de motos; una pista de aplicación para trialeras que pasan los 50; y parte del parking para los que habían solicitado aparcar dentro del recinto. Las motos entraban y salían, pero se veía todo muy disperso... Demasiada amplitud.
En el interior se veían muchos stands y mucha gente, pero mira tú, no se estaba tan apretado como los sábados en la Cité de l'Océan, cuando la afluencia de público es mayor.
Todos los stands muy bien dispuestos, con una circulación del público muy ordenada. Los grandes expositores y patrocinadores, con sitios privilegiados y una amplia extensión de metros cuadrados. Se hacía raro ver stands, donde la ausencia de la carpa militar de todos los años mostraba sus desnudeces y el escaso mobiliario que disponían se desvanecía en un cuadro sin marco. Estábamos en una gran feria, en un ambiente que nos gusta mucho, pero que este año carecía de alma, de espíritu.
Entendemos la difícil decisión de la organización al no jugársela con el más que previsible barrizal en que se habría convertido la pradera de todos lo años. Pero que quieres que te diga, somos animales de costumbres.
Galería de fotos
En plena era digital te proponemos una galería de fotos del Wheels and Waves con cámara tipo Polaroid