50.000 kilómetros con una Benelli TRK 502
En Super7moto normalmente probamos motos nuevas, recién terminado el rodaje o incluso en medio de él. Analizamos la realidad de su funcionamiento, prestaciones y manejo, pero cómo soportarán los años y el paso de los kilómetros siempre es una incógnita. Tener la posibilidad de probar una moto con 50000 kilómetros no es nada habitual. Sobre todo encontrar una unidad moderna con toda su vida bien trazada, registro de averías, incidentes, caídas, mantenimientos, uso que ha tenido e incluso que manos han pasado por ella.
Probador: Enrique Vera
Ficha Técnica: 52 años, 90 kg, 1,83 m
Nivel: Amante y usuario de todo tipo de motos, mientras más raras mejor. Piloto de Vespa offroad. (Varias veces ganador del Vespa Raid Maroc)
Hoy traemos mi moto personal, una Benelli TRK 502 que acaba de cumplir su “primera media vuelta al marcador”. 50000 kilómetros realizados en 2 años y 4 meses, a pesar de los confinamientos. Una prueba de vida acelerada que en un uso habitual se alcanza después de 8 o 10 años.
En estos dos años largos ha funcionado casi todos los días. Su uso ha sido principalmente desplazamientos a diario mezclando ciudad y carretera, y también rutas de fines de semana y viajes de vacaciones. Le ha llovido mucho, en marcha y parada, y hace poco también ha conocido la nieve.
La Benelli TRK 502 apareció en 2017 y ha tenido gran éxito en nuestro mercado, tanto en su versión estándar como en la X, más inclinada al offroad. En estos años se han vendido varios miles de unidades, que poco a poco van disipando las dudas iniciales por su procedencia, por ser una marca poco conocida y por su escasa cilindrada para el gran tamaño de la moto.
Cuando la probé en su día la encontré como una moto muy lógica, atractiva e interesante, tanto que decidí comprarla para sustituir mi antigua Honda Transalp. Su prueba completa puedes verla pinchando aquí.
Aunque para esta moto hay cientos de accesorios, mi TRK modelo 2018 se mantiene de serie salvo por las defensas originales recortadas, pedal de freno reducido, marcador de temperatura ambiente, baúl de 58 litros y estriberas de pasajero del modelo 2020. La base es muy completa y no me han hecho falta más modificaciones.
Estoy habituado a conducir motos antiguas, entradas en kilómetros. Con la edad empiezan a marcar mucho “su personalidad”, tienen sus rituales, sus dolencias y sus manías. Normalmente las motos usadas comienzan a tener achaques en forma de ruidos y vibraciones a ciertos regímenes, y sobre todo un tacto de mandos áspero, embrague, gas y frenos más duros y menos progresivos. Las suspensiones se vuelven secas y los frenos pierden mordiente. A regímenes altos no se sienten cómodas y ellas mismas te invitan a no forzar el motor. Mucha diferencia con el tacto, sonido y otras sensaciones de las motos a estrenar.
En este aspecto mi Benelli TRK ha soportado muy bien el paso del tiempo. Los mandos siguen teniendo buen tacto, y únicamente se aprecian ciertas vibraciones del carenado a alto régimen al acelerar en neutro, que pasan desapercibidos en marcha. Las prestaciones siguen siendo igual de consistentes, se sigue revolucionando con decisión y alegría. El manejo sigue siendo bueno, suspensiones, frenos y estabilidad se notan correctas, siempre influenciadas por los desgastes de neumáticos, las presiones de inflado y el ajuste del amortiguador trasero, tarado para dos plazas.
Benelli ofrece 3 años de garantía, por lo que aún le queda algo más de medio año. Los mantenimientos siempre han sido hechos en el servicio oficial Benelli, con unos precios más que correctos comparados con los de otras marcas. En estos 50000 kilómetros se han sucedido 7 cambios de aceite y filtro, 2 filtros de aire y 2 cambios de bujías. Sigue con el reglaje de válvulas y cadena de distribución original. La centralita sigue llevando la programación de casa. Voy por el tercer juego de cubiertas y por el segundo kit de transmisión. Aún no he tenido que cambiar pastillas de freno delanteras ni traseras. Tampoco cables de gas o embrague, retenes de horquilla, amortiguador, rodamientos ni batería. Si he tenido que cambiar 2 bombillas de faro fundidas.
El parte de averías es muy breve. Realmente han sido más bien ajustes. Sangrado de freno delantero para quitar su tacto poco consistente, ralentí a veces inestable, y ajustes en la carrocería y motor para eliminar molestos ruiditos. El aporte del servicio oficial tiene aquí mucho valor. Conocen el modelo con los ojos cerrados, tienen experiencia en solucionar todas las incidencias que van saliendo, además de hacer las campañas y actualizaciones correspondientes.
La moto se ha caído 3 veces, todas en parado. Una por olvido del dichoso candado de disco, otra por no poner una marcha aparcada en una pendiente y la última por clavarse el caballete lateral en el barro. Las defensas aun recortadas, han evitado daños a la carrocería. Unicamente tuve que cambiar un soporte de estribera trasera dañado, a un precio muy asequible.
Su faceta turística destaca especialmente. Es muy cómoda para piloto y pasajero, y el carenado cubre muy bien la cabeza, tronco y rodillas. Su rodar es suave y alegre, propio de bicilíndrica. Dan ganas de hacer muchos kilómetros encima suya. Cargada hasta arriba con alforjas y top case ha hecho 2 viajes a Marruecos, Transpirenaica, Gredos, Cazorla y muchos otros viajes, siempre con pasajero. A pesar de sus ruedas asfálticas también le ha tocado hacer pistas sencillas, quizás más que muchas trail offroad.
El ritmo normalmente ha sido alegre, 130/140 km/h en autovía, tanto solo como con pasajero y carga. En pocas ocasiones he echado en falta más potencia. La moto bien llevada es rápida, y su conducción muy divertida jugando con su cambio de relación cerrada.
El consumo ha venido oscilando entre 3.8 litros/100km en turismo tranquilo y 4,6 en uso diario alegre. Los 20 litros de depósito garantizan 400 kilómetros de autonomía efectiva sin apuros. El gasto de aceite ha sido nulo desde el principio.
A veces echo de menos tener la versión X, con más altura y ruedas más adecuadas para salir del asfalto, pero por otra parte valoro mucho su escape bajo el motor, que me permite llevar las alforjas muy cómodamente, sus potentes frenos y sus llantas tubeless. Por cierto, no he tenido ningún pinchazo en estos 50000 km.
También echo de menos un desarrollo más largo, o mejor una séptima marcha, para poder ir más bajo de vueltas a alta velocidad. Probé durante 12000 km un piñón con un diente más, pero volví al desarrollo original, ya que la primera se quedaba excesivamente larga y perdía ligeramente la rabia tan agradable que tiene este motor.
En resumen en sus primeros 50000 kilómetros la moto está resultando muy fiable, el nivel de averías es bastante más bajo de lo habitual y el paso de los kilómetros apenas le está haciendo mella. Tiene cuerda para muchos miles de kilómetros más.
Como final una reflexión. No hace falta montar en las motos de siempre. Las marcas menos conocidas vienen pegando muy fuerte, no solo con diseños innovadores y precios atractivos. Hay que valorar en su justa medida que detrás hay un buen servicio técnico y un suministro de repuestos eficaz, que no te dejan tirado si la cosa se tuerce. Y el número de averías de mi unidad indica que la calidad sostenida en el tiempo está a muy buena altura.
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