La tendencia Café-Racer se extiende imparable. En norteamérica han acuñado incluso un nombre para ilustrar este movimiento, el garage-revival, haciendo clara referencia a la cuna plebeya, el garaje, del que surgieron las transformaciones cafeteras más cañeras británicas en los años 60. Aunque hay mucho personal que las sigue transformando en su casa y cepillandose a conciencia las uñas antes de cambiar al niño de pañales, los constructores de motos también se han apuntado al carro, han visto el negocio y han empezado a presentar sus propias versiones de Café Racers. Como en botica hay de todo, desde el Café Steam Punk hasta el menos es más de algunos constructores indonesios.  Tomando como partida para una muestra de ellas  la linea más pureta de las Café Racer, la que mantiene el legado british de la velocidad como fin principal y una linea retro de primera, tenemos a algunos constructores que han hecho un trabajo niquelado. Aquí van un par de ellos. (Leer mas...).

 Ese parche, ¿qué significa?

Este pequeño chiscón pretende ser el refugio de los que, quemados o no, son pasionales seguidores o curiosos admiradores de esa contracultura trasgresora llamada Kustom Kulture.
Aquí cabe de todo, este es un universo en continua expansión que gira entorno al astro sol: la moto. Pero nuestros hierros no son normales, en muchos casos ni siquiera son rápidos, pero son únicos. Nuestras burras son bobbers, baggers, café racers, clásicas, en definitiva creaciones kustomeras muy personales y para nuestros ojos autenticas piezas de arte.

Pretendemos ser un sumidero de sensaciones custom y una ventana a esta forma de vivir los viajes, la música, la literatura, el cine, la fotografía, etc y abierta de par en par para que respiremos el puñetero aire con olor a aceite lubricante.
Merodeando por aquí te retorcerás convulso, asqueado por la doble moral de esta sociedad en la que un alcalde desmantela una ciudad, sumiéndola en un caos de obras y ruido las 24 horas, pero lo que hay que perseguir es el maravilloso sonido de un bicilíndrico respirando como debe.

Un viaje con una moto de este tipo es un viaje diferente.

La tendencia Café-Racer se extiende imparable. En norteamérica han acuñado incluso un nombre para ilustrar este movimiento, el garage-revival, haciendo clara referencia a la cuna plebeya, el garaje, del que surgieron las transformaciones cafeteras más cañeras británicas en los años 60. Aunque hay mucho personal que las sigue transformando en su casa y cepillandose a conciencia las uñas antes de cambiar al niño de pañales, los constructores de motos también se han apuntado al carro, han visto el negocio y han empezado a presentar sus propias versiones de Café Racers. Como en botica hay de todo, desde el Café Steam Punk hasta el menos es más de algunos constructores indonesios.  Tomando como partida para una muestra de ellas  la linea más pureta de las Café Racer, la que mantiene el legado british de la velocidad como fin principal y una linea retro de primera, tenemos a algunos constructores que han hecho un trabajo niquelado. Aquí van un par de ellos. (Leer mas...).

Ese parche, ¿qué significa?

Este pequeño chiscón pretende ser el refugio de los que, quemados o no, son pasionales seguidores o curiosos admiradores de esa contracultura trasgresora llamada Kustom Kulture.
Aquí cabe de todo, este es un universo en continua expansión que gira entorno al astro sol: la moto. Pero nuestros hierros no son normales, en muchos casos ni siquiera son rápidos, pero son únicos. Nuestras burras son bobbers, baggers, café racers, clásicas, en definitiva creaciones kustomeras muy personales y para nuestros ojos autenticas piezas de arte.

Pretendemos ser un sumidero de sensaciones custom y una ventana a esta forma de vivir los viajes, la música, la literatura, el cine, la fotografía, etc y abierta de par en par para que respiremos el puñetero aire con olor a aceite lubricante.
Merodeando por aquí te retorcerás convulso, asqueado por la doble moral de esta sociedad en la que un alcalde desmantela una ciudad, sumiéndola en un caos de obras y ruido las 24 horas, pero lo que hay que perseguir es el maravilloso sonido de un bicilíndrico respirando como debe.

Un viaje con una moto de este tipo es un viaje diferente.