MV Agusta Rivale 800 - De casa al trabajo, del trabajo a la pista - Otros Escenarios
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En ciudad
Si para rodar en Jerez con la Brutale necesité de unos minutos de reflexión para entender realmente cuál era el escenario y cuál el personaje que iba a evolucionar sobre él, para circular con una relajada soltura conduciendo la Rivale por la ciudad, se necesita, prácticamente, una reprogramación como motorista. Algún lector puede pensar que estoy exagerando, y es muy posible que tenga razón; sin embargo es mi particular tasación del precio que tiene que pagar el audaz diseño de sus retrovisores; un precio mental, si no queremos vernos obligados a hacer una partida fija en nuestro presupuesto mensual destinada a la permanente reposición de esos espejos.
Bien. Hablaba de algo tan profundo como una reprogramación para asumir mientras conducimos el insólito contraste que se da en la Rivale fluyendo entre el trtáfico. Por un lado tenemos a la campeona de la agilidad en la categoría y por otro manejamos una anchura ciclópea, que se mueve en unas cifras superiores, incluso, a las de una auténtica limusina sobre dos ruedas. La Rivale es 121 mm más ancha que la K 1600 GTL y 184 más que la Honda Goldwind.
Tal vez después de comparar los 1.121 mm de ancho (los espejos son abatibles y además extensibles) que desplaza la Rivale con esos dos auténticos buques de la carretera, la reprogramación previa no resulte tan exagerada; y más aun si nos encontramos con que después de negociar, por ejemplo, una rotonda con la facilidad de una verdadera supermotard, la Rivale se topa con una cerrada barrera al ver en el frente un nutrido grupo de coches retenidos en dos o más carriles de una avenida. Es una paradoja que, como decía, cuesta asumir y sobre todo acostumbrarse a ella.
En autovía
Ni que decir tiene que la penetración aerodinámica de la Rivale, con su piloto encima, no es ni la más efectiva ni tampoco la más recogida del mercado. Por el contrario, y como es de imaginar, el futuro propietario de esta nueva belleza gestada en Varese quedará expuesto, literalmente, a pecho descubierto, a la fuerza del viento y a todo lo que traiga en volandas. Tan obvio como que en 2.014 habrá un campeón del Mundo de MotoGP nacido en España. Ahora bien, una vez asumida esa circunstancia, instríseca al segmneto en el que se encuadra esta MV Agusta Rivale, no debemos olvidar que nos movemos nada menos que con un tricilíndrico de 800, un motor con sobrado poder para viajar hibernando en sexta a 120 por hora, con un consumo de Zippo y un desgaste semejante al que hace muchos años, en esta historia, quise provocar en el enganche de un coche para tirar del remolque.
Una moto con una ergonomía, por otra parte, que no exige el rigor competitivo de una verdadera supermotard, y que ofrece un confort, en cuanto a espacio y espumado del asiento, a la altura de la naked más cómoda, incluyendo al pasajero, que cuenta , además, con dos asas de integrado diseño y generosa amplitud para que fije su posición con suficiente comodidad.