134 Fury de Tamarit Motorcycles, lujoso Dirt Track

Constructores- La moda por la afición por la tierra lo invade todo y en el 7 Grasiento disponemos de la variante con más clase para acometer las pistas marrones: el Scrambler. Y si se trata de tener clase nadie como los alicantinos Tamarit Motorcycles, que en esta ocasión proponen una de sus últimas construcciones en base al concepto Scrambler.
La 134 Fury esa una Tracker, una Scrambler urbana que puede desenvolverse con soltura por la tierra, se ha utilizado como base un motor Triumph Bonneville T100 y el trabajo final la convierte en un bicho que pide a gritos meterlo en una pista de Dirt Track. La mención más importante en la 134 Fury hay que hacerla con el chasis, pintado en color dorado con pintura electrostática, se trata de una técnica de pintura en polvo que utiliza el fenómeno de la electricidad estática para crear un campo electrostático alrededor del objeto a ser pintado de manera que se consigue una mayor resistencia físico-química sin rayaduras o corrosión.

El color base de la moto es el grafito que combina a la perfección con el niquelado de las piezas metálicas. El frontal es como el de las motocicletas de competición de Dirt Track, que a parte de contar con un número, también incrustada una tira LED a modo de faro y justo bajo el frontal se ha instalado también un faro antiniebla. El frontal es toda una pieza que también cubre las horquillas de la moto y cuenta con perforaciones. El asiento una pieza monoplaza flotante que consta de un nuevo tapizado y una base metálica que ha sido adherida al propio chasis para hacer de soporte del asiento, el resultado final es limpio y hace el efecto de quedar suspendido en el aire.

La llanta trasera es lenticular y según ellos disminuye las turbulencias, es una solución final que no entendemos que tenga un gran valor técnico, más bien se ha buscado una función estética, incluso han añadido a la parte lenticular un aro dorado que busca ese resalte sobre el negro. Se han montado unos nuevos escapes por arriba pintados en negro con pintura electostática, siguiendo el mismo proceso de acabado resistente mencionado anteriormente, también se le han añadido dos rejillas protectoras hechas a mano y niqueladas, a la altura de la pierna del piloto.

La suspensión trasera es la habitual de las grandes creaciones de Tamarit con ese monoamortiguador y el basculante de diseño propio que deja muy mano trabajar sobre este sector de la moto. También se ha montado la electrónica y centralita habitual de Motogadget que permite controlar todos los parámetros pertinentes a través de una App en tu smartphone.
La 134 Fury es un encargo de un cliente en Francia, si estás interesado en consultarles proyectos o lo que tengas rondando por la cabeza al respecto no dudes en ponerte en contacto con Tamarit Motorcycles pinchando aquí.
Fotografías propiedad de Tamarit Motorcycles