El curso del 23 de Marzo visto por un monitor
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Lo habitual es que sean los alumnos los que cuenten como les ha ido el curso, pero en este caso, va a ser uno de los organizadores el que cuente como se ve desde el otro lado. (leer más...)
Los días previos al curso, todos estábamos pendientes de las previsiones meteorológicas ya que la posibilidad de lluvia nos incomodaba a todos. La previsión iba cambiando de día en día. Parecía poco probable que lloviera de manera importante y menos en esa zona que tiene fama de tener un microclima que hace menos probable que llueva en el circuito de lo que lo es en, por ejemplo, Medina del Campo o Toro, aunque sean localidades cercanas.
El Jueves hablamos con Santiago, responsable del circuito y nos asegura que no lloverá hasta las cinco de la tarde, si es así estupendo, pensamos todos. Luego veremos que solo se equivocó por 20 minutos.
Desgraciadamente, la asistencia se resintió ya que hubo varios casos de arrepentimiento de última hora, temiendo a la lluvia, a pesar de que parecía seguro que se podría rodar ya que no se anunciaba lluvia importante y el asfalto del circuito necesita bastante agua para ver perjudicada de manera importante su adherencia. Nada que objetar, el curso es para aprender, pero también para disfrutar, como creo que hicieron los valientes que asistieron.
Para Super7 el curso propiamente dicho empezó el viernes. Jesús y yo viajamos a medio día para estar en el FK1 a las 16:30 e ir verificando los detalles de la sala (la cafetería del circuito) y preparar la pista para poder realizar los ejercicios.
El asfalto está en perfectas condiciones y totalmente seco en su exterior, aunque luego veremos que hay humedad en su interior, pero su agarre es máximo.
Nos costó un poco colocar las referencias visuales ya que es muy distinto ver el circuito a pié que verlo sobre la moto a cierta velocidad. Pero tras varios ciclos de prueba/error, conseguimos marcar las 13 curvas más o menos a nuestro gusto.
A las 8 de la noche, con el trabajo hecho, nos fuimos para el hotel donde nos encontramos con varios de los alumnos.
Tomás, Anibal y Juán Pedro, venían de viaje con un par de motos en el remolque. Recibimos una llamada de Tomás para decirnos que se les ha quedado parado el coche (el turbo averiado, según entiendo) y que llegarán tarde, por lo que empezamos la cena y agradable charla con varios de los alumnos. Parecen muy majos, la cosa promete. Charlamos de…… motos, claro y, cuando estamos en el postre llega un Taxi con bola (les debió contar localizar uno) transportando a nuestros compañeros y las motos. Cenan rápido y todos a la cama.