Así es el impresionante proyecto ganador del concurso para no profesionales de Indian
Hubo un tiempo en el que la construcción de motocicletas personalizadas se realizaba por puro placer, sin la promesa, el anhelo o la esperanza de la fama o la fortuna, en cambio, se trataba de trabajar simplemente por el amor por cortar, soldar y pulir la chapa y la satisfacción de crear un trabajo único. (Sigue Leyendo)
Ahora los constructores luchan por el olimpo de la grasa, incluso algunos montan en la vida diaria motocicletas de un espíritu muy alejado al que pregonan mientras nos venden su artisteo vintage, Custom o Café Racer, otros son verdaderos fieles que disfrutan y respiran lo que hacen, viven de ello y son genuinos, pero también hay un tercer grupo, los artesanos anónimos que crean por puro placer y que son unos verdaderos genios, no hacen negocio de ello pero sus obras son en algunos casos incluso mejores que las de algunos profesionales, un día os tengo que hablar de mi amigo Julio. Pero ahora centrémonos en lo que ha hecho Indian en Estados Unidos, este año ha creado el Wrench Scout Bobber Build Off, un concurso para constructores anónimos, los participantes presentaban un proyecto sobre papel y los finalistas recibían una Scout Bobber y 10.000 $ para hacer realidad los plasmado en el dibujo.El jurado estaba compuesto por Roland Sands, Jasón Paul Michaels, Jordan Mastagni y Satya Kraus, no estaba permitida la participación de profesionales, el ganador se llevaría 10.000 $ y su moto saldría en la prestigiosa revista Hot Bike.
El ganador finalmente fue Alfredo Juárez, desde El Paso (Texas) y aunque tuvo unos rivales muy duros, el jurado se mostró impresionado por él: “Desde el momento en que vimos el dibujo de Alfredo, pudimos ver que era un concursante único. El proyecto estaba dibujado a escala con las medidas que tomó de una Scout en un concesionario local y una imagen del motor, el concepto tiene estilo y “flow”, pero también los aspectos mecánicos y de ingeniería que sólo un verdadero constructor incluiría”.
En palabras de Fred: "Definitivamente no soy un ingeniero de papel. Puedo usar una llave inglesa. Tengo el equipo, las habilidades, la experiencia, el conocimiento, el impulso y la ética de trabajo para lograrlo ".
El propio departamento de prensa de Indian cuenta que estamos ante un tipo con un gran potencial, cuando estaba en la escuela secundaria, Fred consiguió una moto de dos tiempos, algo que simplemente sería un juguete divertido para la mayoría de la gente, pero cambió la vida de Fred. Fue a clases de mecánica automotriz para entender el funcionamiento interno de su motor, y fue una motivación enorme para asistir al colegio y obtener buenas notas. Quería ser mecánico de motocicletas, pero su maestro de taller vio la misma rara habilidad que vimos en su diseño y le dijo: "Debes diseñarlos, no arreglarlos". Y así comenzó su viaje para convertirse en ingeniero.
En la universidad, compró un soldador MIG y comenzó a construir, comenzando con las herramientas de fabricación que necesitaría para moldear chapa y doblar secciones de tubo. Después de la escuela trabajaba en la construcción de jaulas antivuelco y reparaba Muscle Cars hasta que terminó la carrera y le ofrecieron un trabajo como mecánico especializado, pero por recomendación de un profesor que veía su potencial, rechazó el trabajo y siguió estudiando para obtener su maestría. Compró un soldador TIG, lo que llevó a la compra de una fresadora, luego un torno... Su trabajo fue mejor, más estricta y más precisa.
Fue en estos años cuando tuvo la libertad creativa de explorar realmente el arte del diseño, mientras continuaba su educación. Cuando finalmente obtuvo su título, se le ofreció un trabajo en pruebas de inflamabilidad para la NASA, en el que ha estado hasta ahora.
Si bien su proyecto con la Scout parece increíblemente ambicioso para un tiempo de concurso tan corto, compaginando su trabajo en la NASA y cumpliendo con los plazos, ha sido su pasión por las motocicletas, la ingeniería y la fabricación, lo que ha hecho que lleve a tan buen puerto la tarea.
Uno de los otros dos finalistas contra los que Fred tuvo que competir fue PJ Grakauskas, un padre de familia que construyó su proyecto en un pequeño cobertizo junto a su casa de una traquila calle suburbana de Cleveland, aprovechaba para trabajar mientras dormían su mujer y sus dos hijos.
No deja de ser curioso que trabaje en un espacio tan pequeño construyendo desde hace años sus Café Racers, siendo inspector de seguridad para la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés), inspeccionando los sitios de trabajo para garantizar que cumplan con el estándar de seguridad más alto.
Desde Nueva York el tercer proyecto fue el de Christian Newman, alguien obsesionado con el detalle, porque construir una motocicleta desde cero es una tarea gigantesca por sí misma.
Ahora imagina coger cada pequeño componente de metal detallado que compone esa motocicleta y pulirlo hasta obtener un acabado espejo. Luego, soldarlo a la pieza a la que se adhiere y pulir y pulir las soldaduras para que coincidan.
Los constructores profesionales se rascarán la cabeza mirando el Copper V-twin de Christian de 1940, que fue mecanizado casi en su totalidad en acero inoxidable y completamente cubierto de magníficos y minuciosos detalles, preguntándose "¿Cómo tiene este hombre el tiempo necesario?" Y todo ello sin saber que es un Ingeniero mecánico a tiempo completo, solo capaz de trabajar en bicicletas después de las 6 p.m. y los fines de semana.
Te podrá gustar más o menos el resultado estético final, pero no hay duda que el trabajo realizado es magnífico.
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