Estuvimos en el II Raid Old School Al Andalus
Eventos- El pasado 24 de septiembre ocurrió una anomalía espacio-tiempo, un extraño suceso que ni los observadores de la NASA pudieron advertir. De repente las carreteras del sur de España se llenaron de motos con 20, 30, 40 y hasta 50 años de edad que parecían salidas del concesionario, todavía con su precio en pesetas, sin ABS, sin control de tracción e incluso sin etiqueta de emisiones…
Los que sí fueron conscientes del singular evento fueron los más de 100 participantes del II Raid Old School Al Andalus, que convocados por Iván Hinojo alma máter del grupo (muy activamente presente en Facebook e Instagram), sacaron aún más brillo a sus motos de una época pasada pero que aún sigue muy presente. Desde las silbantes 125 (Cagiva Freccia, Honda NS, Aprilia RS) hasta las poderosas V2 deportivas (Ducati 748, 851 y 916, Suzuki TLR, Honda VTR), pasando por las eternas cuatro cilindros (Suzuki GSXR, Kawasaki Zephyr y ZXR, Honda VFR y CBR, Yamaha FZR y R1), y con algunas motos muy especiales como Honda RC30, Ducati Paso, Ducati Paul Smart y BMW R90S, el conjunto de las más de 80 motos presentes fue de altísimo nivel, en cantidad y en calidad.
Pero lo mejor es que no son solo motos de exposición, prácticamente todas llegaron rodando, algunas desde muy lejos, y además todas realizaron sin ningún problema la ruta propuesta de unos 200 km. Las carreteras de la sierra de Sevilla y Huelva dieron buena fe de ello.
En Santa Olalla del Cala se instaló el punto de destino, con un aparcamiento que parecía el de un Gran Premio de hace 30 años. No se sabía hacia dónde mirar de tanta buena mecánica old school allí reunida. Tras una animada charla y comida, un servidor hizo una exposición sobre la evolución en el diseño de motos, con especial hincapié en los años 80, la década clave y origen de la mayor parte de las monturas allí presentes. Un sorteo de regalos cortesía de los patrocinadores del evento (LS2, Pirelli, Acerbis, A saco, Motorex y Amolux) pusieron final a un encuentro de los que hacen afición, de los que te dejan un dulce sabor y de los que se cuentan los días para que llegue la tercera edición.
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