Piaggio Beverly 300 y 400 hpe 2021 – Presentación y toma de contacto
Piaggio - La gama Beverly cumple 20 años y aprovecha para renovarse totalmente con estos 2 modelos que continúan la saga y suponen un importante cambio en polivalencia, potencia y par respecto a sus antecesores. Hemos dispuesto de unas horas para realizar una primera prueba y te contamos nuestras impresiones.
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Piaggio se refiere a estos modelos como crossover GT, un concepto que aúna el tradicional buen comportamiento dinámico de sus modelos de rueda grande con un gran rendimiento en desplazamientos de media distancia.
Las primeras Beverly aparecieron en 2001 y han sufrido numerosas evoluciones y actualizaciones en estos 20 años, siempre con gran éxito de ventas como prueba las más de 450.000 unidades vendidas en más de 50 países.
En el 2021 se renuevan por completo con la aparición de su tercera generación en la que se insiste más aún en su comportamiento dinámico favorecido por el diámetro de sus ruedas, su nuevo chasis y una postura de conducción dominadora, también en su capacidad turística por potencia, ergonomía y capacidad y en su rendimiento con un aumento significativo de potencia y par en sus motores.
Se ha cuidado mucho su diseño para mantener un aspecto de marca “Premium”, una protección mayor del cuerpo y las piernas, y utilizado plásticos y pinturas de calidad para que no se vean afectados por las inclemencias climáticas y mantengan su aspecto durante muchos años.
Su nuevo chasis de inspiración motociclista se combina con los nuevos motores de 300 y 400, más potentes y llenos que los anteriores y con la tecnología de ayuda al conductor más completa de su segmento.
Las principales novedades son su diseño más deportivo, sus nuevas motorizaciones, mejores suspensiones en ambos trenes, iluminación LED en todos los componentes, instrumentación digital con panel LCD, sistema de arranque sin llave, llantas deportivas, sillín más ergonómico, y nuevos mandos en las piñas del manillar.
Las siglas hpe (High Performance Engine) y hacen referencia al incremento de potencia y par en ambas motorizaciones.
Según los datos facilitados, el motor de la Beverly 300 hpe es un 279 cc que proporciona 19 Kw (26 cv) a 8.000 rpm y un par de 26 Nm a 6.250 rpm lo que supone un incremento del 23% en potencia y 16% en par sobre su antecesor Euro4 a pesar de cumplir la norma EURO5 de ruido y emisiones, manteniendo el mismo consumo y aumentando su fiabilidad y suavidad de conducción.
Para ello se ha cambiado la culata y pistón, se han montado válvulas de mayor diámetro, se ha cambiado el sistema de distribución para reducir la fricción y se ha puesto un nuevo sistema de inyección. También se han modificado los conductos de admisión para mejorar el rendimiento y montado bujía de iridio para aumentar su vida útil.
El motor de la 400 hpe es la evolución del anterior 350, aumentando su cilindrada hasta los 399 cc y revisando cada detalle para conseguir mayor potencia y par, reduciendo las vibraciones y el ruido. El resultado es un aumento del 17% en potencia y del 30% en par incrementando la velocidad máxima y la aceleración. Las cifras son 26 Kw (35,4 cv) a 7.500 rpm y 37,7 Nm a 5.550 rpm con un consumo anunciado similar al del 350 cc.
A parte del aumento de cilindrada, son nuevos pistón, biela, árbol de levas, inyección y filtro de aire. También incorpora bujía de iridio.
Cada uno de los dos motores equipa un escape específico para aprovechar el rendimiento del motor y es el elemento más distintivo de cada modelo ya que el del 300 hpe es de una sola salida y el del 400 hpe de doble salida.
Acompañando al nuevo chasis, montan suspensiones Showa, con horquilla de 35 mm de diámetro de barras. El amortiguador es de doble efecto y muelle helicoidal con 5 posiciones de precarga. Según Piaggio se reduce un 55% las fricciones consiguiendo una mejor absorción y mejorando la comodidad de conductor y pasajero.
Los frenos utilizan pinzas flotantes de doble pistón en ambos trenes con disco de 300 mm delante y de 240 mm detrás con sistema ABS.
Ambos modelos tienen control de tracción para aumentar su seguridad al acelerar sobre pavimento deslizante.
En los Beverly 300 se montan neumáticos de 110/70 en llanta de 16” delante y 140/70 en llanta de 14” detrás. En los modelos Beverly 400 se montan neumáticos de mayor anchura, 120/70-16” delante y 150/70-14” detrás.
De serie incorpora un sistema de arranque sin llave que resulta muy cómodo ya que basta con llevar la llave en el bolsillo para arrancar, abrir el asiento y la bandeja anterior o repostar. La llave solo la utilizaremos para encontrarla en un parking oscuro ya que pulsando un botón encenderá las luces de la moto como sucede en la mayoría de los coches modernos. Un sistema cómodo y que transmite una sensación de calidad y tecnología.
El cuadro es un moderno y legible panel LCD de 5,5” que ofrece toda la información que se pueda necesitar y más. Se maneja todo desde los mandos del manillar de una manera fácil e intuitiva. Se puede conectar con nuestro Smartphone mediante el sistema MIA de Piaggio, de serie en los modelos 400 y opcional en los 300. Una vez conectado nos avisa de llamadas y mensajes mediante unos iconos que aparecen en el tablero, nos permite recibir y contestar llamadas, escuchar música y grabar un seguimiento de nuestras rutas, también nos avisa de la situación de carga de la batería del teléfono. Desde el teléfono podemos consultar todos los datos de actividad y situación del vehículo, como distancia recorrida, tiempo empleado, consumo medio, nivel de combustible, batería, próxima visita al taller, entre otros. También permite grabas estadísticas de nuestros 30 últimos trayectos como velocidad máxima, media, consumo y distancia.
El depósito, de 12 litros de capacidad, se encuentra en la parte central de la moto, entre los pies del piloto, lo que ayuda a centrar masas.
En el apartado de la seguridad, a parte de los sistemas ABS y de control de tracción comentados, incorpora depósito metálico, sensor de caída que detiene automáticamente el suministro de combustible si se produce y doble cable de acelerador para evitar bloqueos de este.
Otros detalles agradables son la apertura del asiento con sistema de retención, la luz de cortesía dentro del hueco para ver mejor el contenido (cabe un casco integral y un Jet, pero no dos integrales), la amplia guantera con cargador USB para el móvil o el doble cosido del asiento.
Los modelos 400 y 300 S llevan de serie una pantalla transparente que es opcional en el modelo 300.
El peso en orden de marcha anunciado es de 185 Kg en el 300 y de 195 Kg en el 400 y la altura del asiento de 812 mm y 821 mm respectivamente.
Hay varias versiones de ambos modelos. La base se ofrece en 3 colores Blanco luna, Azul Oxígeno y Gris Nube, con asiento marrón oscuro y llantas gris claro. La versión “S”, con detalles estéticos que la dotan de un aire más deportivo, se ofrece en Naranja, Negro o Plata, el asiento es negro y las llantas gris oscuro.
Piaggio ofrece numerosos accesorios para la moto (baúl, asiento, puños y cubre piernas calefactados, parabrisas, protectores de manos, etc.) y para el piloto (cascos, guantes y ropa a juego con su vehículo).
Y para tranquilidad de su propietario, aparte de poder contratar extensión de garantía, ofrece el sistema X-Care (opciones de 24, 36 o 48 meses)que incluye garantía y determinado número de operaciones de mantenimiento.
El precio del Beverly 300 es de 5.490€ el del 300 S de 5.690€ el del 400 de 6.390€ y el del 400 S de 6.590€.
José María Hidalgo
Ficha Técnica: 66 años, 83 kilos, 1,83m
Nivel: Rutero, sufridor de atascos, adicto a las carreteras de montaña, aficionado a las tandas en circuito.
Tras la presentación hemos tenido la oportunidad de hacer algunos kilómetros con ambos modelos, atravesando Madrid para ver su comportamiento urbano y llegando hasta la vecina población de El Pardo para poder comprobar su comportamiento en carretera rápida y algún tramo de curvas.
Antes de iniciar la prueba, he dedicado unos minutos a juzgar la estética de estos modelos, una imagen clásica de la gama Beverly, aunque con un frontal muy renovado en el que destaca la nueva óptica LED más elegante ya que su tecnología permite un menor tamaño, su típica “corbata” en este caso con entradas de aire, su “escudo” más grande y protector y los faros de luz diurna situados a izquierda y derecha. La parte central es de aspecto más robusto y la parte trasera de aspecto más estilizado y sobrio. El doble cosido del asiento contribuye a darle un aspecto de calidad.
La pintura y plásticos tienen muy buena terminación. En la presentación han insistido en la calidad de estos componentes, pensados para que mantengan su aspecto a lo largo de los años aunque pase tiempo a la intemperie. Puedo corroborarlo ya que en mi garaje aparca una Beverly con 12 años de antigüedad y un aspecto impecable.
La guantera es amplia y dentro tiene una práctica conexión USB para cargar el móvil.
El sistema Keyless permite no solo arrancar sin sacar la llave en el bolsillo, también abrir la guantera, el asiento y acceder al tapón de la gasolina. El único caso en que necesitas tocarla es para localizarla si has aparcado en un garaje con poca luz o te falla la memoria.
Al acercarte a él, el Beverly reconoce la llave e ilumina las letras de PIAGGIO situadas debajo del cuadro. A partir de ese momento basta girar el mando circular (posiciones de bloqueo, Off y ON) y el cuadro se ilumina.
El cuadro es de tamaño generoso, dígitos muy definidos y de tamaño suficiente para ser perfectamente legible aunque necesites gafas de cerca. Es muy completo en informaciones tanto relativas a la ruta como al estado del vehículo, a la altura de las motos Gran Turismo modernas.
Todos los botones que manejan las informaciones del cuadro y otros aspectos están accesibles a nuestros pulgares, sin separar el resto de los dedos del manillar.
El asiento del conductor no es muy largo, pero es cómodo y mullido y la postura muy cómoda tanto para ir con el cuerpo casi recto al circular por la ciudad como para inclinarte y cargar algo de peso sobre el tren delantero en carreteras de curvas. Los espejos son suficientemente amplios y bien situados, hacen bien su trabajo.
El asiento del pasajero es amplio y mullido, la posición de los reposapiés suficientemente alejada para que las piernas vayan relajadas y las agarraderas cómodas y robustas, parece muy habitable para ir en pareja.
Como siempre, arrancamos apretando la maneta izquierda y pulsando el botón de arranque, sin girar el acelerador. Las dos motos que he probado han arrancado siempre inmediatamente y al primer intento.
El sonido está muy amortiguado, como corresponde a un vehículo EURO5.
He hecho el recorrido de ida con una 300 y el de vuelta con una 400, las dos me han gustado pero, a pesar de compartir todo menos motor y tamaño de ruedas, cada una tiene su personalidad.
Las dos son cómodas, prácticas en el día a día, suficientemente potentes para proporcionar una buena aceleración, buena velocidad y plantearte cualquier viaje, manteniendo las velocidades máximas legales sin notar el motor forzado, y no digo superiores porque en el corto recorrido realizado no hubo ocasión de comprobarlo.
La 300 tiene un motor más dulce y agradable y resulta algo más ágil, consecuencia lógica de sus 10 kilos menos y sus neumáticos más estrechos. Para mi gusto, es la mejor en ciudad y desplazamientos cortos.
El motor de la 400 es, lógicamente, más enérgico y lo he notado con un funcionamiento ligeramente más áspero, aunque creo que solo digo esto porque la probé inmediatamente después de la 300, si no hubiera sido así, me habría parecido también suave. Otro motivo puede tener que ver con el rodaje de los motores, ya que el de la Beverly 300 tenía ya unos cuantos kilómetros y el de la 400 lo estrenamos en esta prueba y aún le faltaba soltarse.
En el recorrido por ciudad ambas tienen un gran comportamiento, la postura es cómoda y dominadora, se llega muy bien al suelo, giran mucho y pasan muy bien entre los coches ya que tienen una anchura muy contenida. Los motores tienen una respuesta muy suave que te permite ir a paso de persona sin tirones y acelerar con energía si quieres separarte del tráfico al salir de los semáforos. Las dos tienen un comportamiento excelente, aunque, como he dicho, en este terreno me quedo con la 300.
Hemos hecho con ambas un corto tramo de autovía, con buena estabilidad, aceleración y velocidad suficiente para ir más rápido que el tráfico y ser nosotros los que adelantamos en vez de ser rebasados por los coches, lo que para mí supone una ventaja en seguridad. El escudo protege bien las piernas y, en el caso de la 400, su pantalla aísla el cuello del frío. Si vas a hacer kilómetros fuera de la ciudad con una 300 en invierno, yo me decidiría a ponerla.
En el tramo de carretera estándar, he podido adelantar a otros vehículos con soltura, la 400 acelera más, pero la aceleración de la 300 es suficiente para adelantar con solvencia. No hemos podido ir muy rápido, pero a 120 ambos motores dan la impresión de ir cómodos.
En los dos tramos de curvas que hemos hecho con cada modelo, he podido apretar un poco sin ningún problema de estabilidad y con buena aceleración a la salida de la curva. No tengo duda de que puedes divertirte con ellas en carreteras retorcidas ya que su parte ciclo y suspensiones funcionan muy bien.
El sistema de frenos es más que correcto. Actuando sobre ambas manetas se consigue una frenada contundente y estable, nada que objetar al tacto de los frenos, se dosifican muy bien. Puedes apretar con mucha fuerza ya que el ABS te da confianza para hacerlo, sin miedo a bloquear las ruedas.
En un asfalto de la calidad del que hemos transitado, el control de tracción puede no parecer necesario, pero en asfaltos peores o mojados es un plus de seguridad y confianza.
Incluso en un viaje a dúo, sin haberla probado en esta circunstancia, deben dar un buen rendimiento. Puedes mantener, al menos, velocidades máximas legales durante horas, son cómodas, la parrilla trasera es amplia y robusta y el hueco del asiento es espacioso.
Los nuevos Beverly me han parecido un gran producto por su calidad, soluciones técnicas, comportamiento dinámico y polivalencia.
Ficha Técnica
Fotos
Fotos: Prensa Piaggio