Prueba MV Agusta Brutale 800 y F3 675 limitadas, las dos propuestas más deportivas para el A2.

Que MV Agusta diseña y fabrica sus motos para clientes exigentes que buscan la máxima calidad y deportividad en su elección sin que el precio sea el factor determinante, es un hecho. Pero no por ello han olvidado a quienes empiezan a conducir o, mejor dicho, pilotar una moto grande por primera vez. La Brutale 800 y la F3 675 son sus dos propuestas para este segmento.

Nadie puede negar que estamos ante dos de las motos de media cilindrada mas bellas, mejor acabadas y que transmiten mayor imagen de deportividad del mercado, una propuesta gourmet para quién acaba de obtener su carnet para moto grande.

Tanto la F3 como la Brutale estándar son motos de más de 100 cv, concretamente 128 en el caso de la primera y 110 en el caso de la segunda y no pueden ser limitadas. Por ello el fabricante italiano ha homologado un modelo en ambas gamas  con su potencia limitada a los 97 cv que pueden limitarse para ser conducido legalmente con el carnet A2.

Gracias al principal concesionario de la marca, BOX 31 y su responsable, David Peinado, hemos tenido la suerte de disponer de una unidad de cada modelo con la limitación para el A2 y así probar su comportamiento y hacer una comparativa pensando como si nosotros fuéramos recientes propietarios del carnet A2 y tuviéramos que elegir nuestra primera moto grande.

Sergio y yo coincidimos en muchos de nuestros gustos ya que nos gustan casi todas las motos, pero no siempre en nuestras motivaciones de compra, una de mis dos motos es una excelente BMW R1200RT y Sergio no se compraría una moto así nunca, por poner un ejemplo, en lo que sí coincidimos es en nuestra preferencia por las motos deportivas y más concretamente las nakeds y supersport.

Por supuesto vamos a daros nuestras opiniones por si pueden ayudar a alguien a la hora de decidir su compra, pero nuestro consejo es que, si te emociona especialmente una en concreto,  vayas a por ella, las motos se compran con un gran componente de pasión y si se trata de una MV Agusta, más aún.

Aunque la Brutale es una naked y la F3 una supersport, ambas tienen muchas cosas en común, espíritu deportivo, motor tricilíndrico que, aunque con diferente cilindrada, mantiene un carácter muy similar en ambos modelos, chasis multitubular Trellis de aleación de aluminio, horquilla Marzocchi de 43 mm totalmente ajustable, amortiguador  Sachs también totalmente ajustable, mismo conjunto de frenos Brembo con discos de 320 milímetros y pinzas radiales de 4 pistones delante y disco de 220 mm detrás. Ambas tienen un peso similar (175 kg la Brutale y 173 la F3), misma altura de asiento (830 mm) y capacidad de depósito (16,5 litros).

Incluso los consumos anunciados para estos modelos de 47,5 cv son similares, 5,4 para la Brutale y 5,6 para la F3 que no están muy lejos de los que hemos obtenido a lo largo de esta prueba, aunque la diferencia a favor de la Brutale ha sido mayor, entre 0,2 y 0,5 litros a los 100 dependiendo del recorrido.

Ambas están plagadas de ayudas electrónicas que las colocan muy por encima de otras motos A2.  Las más importantes, control de tracción configurable en 8 niveles de intervención, 4 modos de conducción precargados (sport, race, rain y custom),, 3 modos de respuesta al acelerador (sport, race y rain), ABS BOSCH 9 plus con RLM (control de levantamiento de la rueda trasera) y cambio asistido para subir y bajar marchas de excelente funcionamiento.

Otra cosa que comparten es su belleza y la calidad de cada uno de sus componentes y detalles.

Sus diferencias proceden del distinto segmento de mercado en que se encuandran ya que una naked deportiva como la Brutale necesita unas cotas y ergonomía distintas a las de una deportiva carenada como es la F3.

Sus precios son de 12.690€ para la Brutale y de 16.990€ para la F3 y el fabricante da 3 años de garantía en ambos modelos.

PRUEBA DINÁMICA



Sergio Hidalgo

Ficha Técnica: 43 años, 76 kilos, 1,78 m

Nivel: Piloto de la kawasaki Z-Cup, campeonato manchego y resistencia.

José María Hidalgo

Ficha Técnica: 66 años, 83 kilos, 1,83m

Nivel: Rutero, sufridor de atascos, adicto a las carreteras de montaña, aficionado a las tandas en circuito.

Confieso que soy más de nakeds que de deportivas carenadas. Probablemente, si la climatología no es muy adversa, una naked muy deportiva sea mi moto ideal, por lo que mis prejuicios sobre la comodidad de una supersport me han hecho empezar la prueba sabiendo que la Brutale iba a ser mi elección. En este aspecto la opinión de Sergio era, a priori, más ecuánime ya que valora por igual ambos segmentos, dependiendo su preferencia de los modelos concretos de cada marca.

Estéticamente ambas son preciosas y en ambas impresiona la calidad de sus acabados y pintura, no es un aspecto en el que nos resulte fácil puntuar a cada modelo, pero en ambas nos acercaríamos al 10. Lo mejor mirar las fotos y aún mejor verlas en directo para formar tu propia opinión.

En una moto A2 la facilidad de uso es un aspecto muy importante, especialmente en los primeros kilómetros de convivencia ya que a su usuario se le supone poca experiencia, al menos con motos más pesadas y potentes que una 125 cc.

El manejo en parado no es un problema ya que ambas son muy ligeras, pero es más fácil de mover la Brutale, fundamentalmente por la anchura y posición de su manillar que te permite estar más erguido  al moverla.

Encima de ellas  la postura es asequible en ambos casos y la facilidad para llegar al suelo idéntica ya que ambas tienen la misma altura de asiento y son muy estrechas en la zona de unión entre el asiento y el depósito. Un usuario de talla media llega holgadamente a poner ambas suelas en el asfalto. Lo que sí cambia es la postura en marcha, la de la Brutale es propia de una naked deportiva, con su manillar más ancho y alto y reposapiés algo retrasados que dan una posición con un gran compromiso entre comodidad y manejo en conducción deportiva, delante de ti hay muy poca moto, solo el cuadro y la carretera. La F3 tiene una posición más sacrificada, con sus semimanillares y reposapiés más retrasados, pensada para conducción muy deportiva y de la que se saca ventaja fundamentalmente en circuito, aunque no es, ni mucho menos, de las más incomodas entre las supersport.

Las dos tienen un cuadro TFT monocromo, minimalista y funcional, con toda la información necesaria y más. Las informaciones más importantes se leen con facilidad en ambas, aunque las secundarias se leen peor en la Brutale si tienes algo de presbicia, como es mi caso, aunque no presentará problema alguno para la mayoría de sus usuarios que se supone serán muy jóvenes en su inmensa mayoría. A mí personalmente me gusta más el de la F3 por la disposición del cuentarrevoluciones con segmentos de mayor tamaño y más fácil de leer. Para cambiar la información en pantalla ambas tienen los mandos en la piña izquierda, perfectamente accesibles sin quitar la mano del manillar. Los modos de conducción se seleccionan desde la piña derecha, con un botón específico en la Brutale y el propio botón de arranque en la F3. Resulta sencillo hacerlo en marcha, pulsaciones de botón hasta ver el modo deseado en el cuadro, cerrar el gas y ya tenemos la nueva configuración activa.

El embrague de la F3 es por cable y resulta algo más duro que el de la Brutale, sin serlo mucho y su maneta no es regulable en distancia, aunque sí la del freno, las de la Brutale son ambas regulables en distancia.

Las dos arrancan con un sonido muy similar y deportivo saliendo de sus tres silenciosos que son seña inconfundible de los tricilíndricos de la marca de Varese.

La primera entra con similar facilidad y el cambio funciona con suavidad  y precisión en ambas sin que haya problema para encontrar el punto muerto.

Al emprender la marcha, notas en ambas la característica  irregularidad a muy bajas vueltas común a todos los tricilíndricos de la marca, pero desaparece al superar las 2.000/2.500 rpm, por lo que si no sueltas del todo el embrague demasiado pronto, no lo notas en las salidas desde parado. Como hemos comentado el carácter de ambos motores es similar, aunque el de la F3 resulta algo más suave que el de la Brutale.

En ciudad, la primera sensación es de ligereza y agilidad extrema en ambos modelos, que se percibe más en la Brutale por sus cotas menos radicales. Ambas se mueven de maravilla a poca velocidad.

En el primer recorrido por ciudad con la Brutale, no notamos diferencia alguna con el modelo de 110 cv ya que no usamos el motor a más de su régimen medio, con un tercio de gas tienes suficiente para moverte en el tráfico con gran soltura. Se disfruta de su ligereza, agilidad, cómoda postura deportiva y facilidad para llegar al suelo. En este escenario solo se puede pedir que gire algo más, aunque solo se note en ocasiones muy concretas. La Brutale es por su ligereza, postura y suavidad de sus mandos una de las mejores opciones para avanzar en el tráfico urbano.

De la F3 se puede decir lo mismo respecto a sus diferencias con el modelo sin limitar, también de su ligereza y agilidad que la sitúan a la altura de las Supersport más cómodas en ciudad pero este no es su terreno ideal ya que con su manillar bajo y postura más radical resulta menos fácil que la Brutale. También gira menos y hay que tener más cuidado al subir y bajar bordillos altos para no raspar su quilla, pero como contrapartida pasa mejor entre coches parados por su menor anchura de manillar y más aún si pliegas momentáneamente los retrovisores. También tiene a su favor la mayor suavidad de su motor a pocas vueltas, quizás por su menor cilindrada.

Sergio, para él, preferiría la F3 por su mayor facilidad para pasar entre coches parados, pero ambos estamos de acuerdo en que la Brutale es más adecuada para alguien con poca experiencia.

Por autovía, ambas pueden superar con facilidad y mucha holgura las velocidades legales y a esas velocidades mantienen una estabilidad imperturbable en rectas y curvas tomadas a su velocidad máxima. Lógico ya que sus hermanas sin limitar, con 2 y 3 veces su potencia, ya van sobradas de chasis, suspensiones y frenos. Hasta 120 Km/h se soporta perfectamente la presión del viento en ambas, pero a más velocidad la F3 tiene ventaja ya que la postura es más aerodinámica y su carenado desvía parte del aire.

Hemos aprovechado este terreno favorable y sin tráfico para probar la aceleración en ambos modelos comprobando que hasta unas 7.000 rpm en la Brutale y un poco más arriba en la F3 parecen acelerar como sus hermanas sin limitar. Las sensaciones son excelentes y te permiten usar los 2/3 iniciales del motor, que son los más utilizados en cualquier moto, sin sentir que llevas una moto limitada.

Si lo notarás claramente si intentas ir estirando marchas hasta acercarte a la línea roja, pero no es necesario ya que el fenomenal funcionamiento del cambio asistido te permite ir subiendo marchas sin cortar gas a regímenes más bajos obteniendo una sensación muy deportiva y con la sensación de aceleración de una super marcha que cubriera el rango de velocidad y empuje desde primera a sexta.

El asistente de cambio no solo funciona ejemplarmente subiendo marchas, también bajándolas, las marchas entran con precisión y, en combinación con el embrague asistido, permite bajar dos o tres marchas con rapidez, solo tienes que asegurarte que no impides que la palanca recupere su posición de reposo entre cambio y cambio.

Para ir a ritmo alto, la F3 sería nuestra elección, no por prestaciones o capacidad de su parte ciclo, si no por la mayor protección de su carenado, también con frío intenso y por el mismo motivo. Si el ritmo es más bajo, las tornas se invierten ya que sin el factor aerodinámico la postura de la Brutale es claramente más cómoda.

Respecto a las prestaciones, hemos hecho varias pruebas de aceleración en paralelo desde 60, 80 y 100 Km/h cambiando de piloto sin que una se separe significativamente de la otra, a pesar de la diferencia de cilindrada ambas tienen prestaciones idénticas y no hemos notado diferencia en su respuesta o capacidad de aceleración.

De viaje se puede aplicar lo mismo. Ambas son super estables, con una frenada espectacular asistida por un ABS de última generación adaptable a tu tipo de conducción o a las circunstancias de la carretera. Alcanzan velocidades superiores a las legales con facilidad, aceleran con solvencia hasta alcanzar los 2/3 iniciales de las revoluciones de su motor y su lógico inconveniente a la hora de estirar las marchas desaparece si utilizas el cambio asistido que evita que cortes gas. Los adelantamientos a otros vehículos se realizan con facilidad recurriendo al cambio asistido si resulta necesario.

Los modos de conducción te permiten variar la relación entre el puño y la respuesta del motor para facilitarte su control en situaciones de asfalto deslizante o darte un tacto más agresivo en condiciones favorables y adaptar instantáneamente la intrusión del control de tracción y el ABS a esas circunstancias. El cambio de modo se realiza de forma rápida y senciolla en ambos modelos con solo seleccionar el deseado pulsando una o más veces el botón “Map” y cortando gas a continuación. El modo Custom está pensado para que cargues tu configuración favorita, por ejemplo el tacto del gas más agresivo con el control de tracción y ABS de carretera para que te den más seguridad.

Las dos tienen el inconveniente de su poca facilidad para llevar equipaje, pero son motos de concepto muy deportivo y se les debe perdonar. Ponerle maletas, alforjas y no digamos ya un baúl trasero, es pecado, habrá que recurrir a una mochila o una bolsa atada al asiento trasero.

Tampoco son las motos ideales para llevar pasajero en largos trayectos, en todo caso, mejor la Brutale en la que su asiento es más anchjo y mullido y la postura de piernas menos sacrificada.

Los espejos de ambas son amplios y no vibran, pero los de la Brutale malgastan demasiada superficie en enseñarnos nuestros brazos, se han diseñado para no aumentar la anchura de la moto, pero nos obligan a inclinarnos y bajar el hombro para ver bien lo que nos sigue. Curiosamente se ve mucho mejor en la F3 cuyos espejos funcionan muy bien para tratarse de una deportiva. Otra pega menor que le ponemos a la Brutale es la poca luminosidad de los testigos de los intermitentes que unida a su posición en los extremos del cuadro hace que sea difícil darte cuenta de que están parpadeando si el día es luminoso.

El consumo a lo largo de la prueba ha sido menor en la Brutale, desde los 4,99 litros a los 100 Km a ritmo de viaje tranquilo, 5,23 en conducción más deportiva y 6,13 incluyendo autovía y unas cuantas vueltas en circuito. A ritmo lógico de viaje supone una autonomía de más de 320 km si apuramos el depósito de 16,5 litros.

La F3 ha consumido 5,5 litros a los 100 Km a ritmo de viaje tranquilo, 5,8 en conducción más deportiva y hasta 6,3 incluyendo algunas vueltas en circuito (alguna más que la Brutale) y autovía. A ritmo lógico de viaje, una autonomía de casi 300 Km apurando el depósito. En ambos casos se pueden planificar etapas de 250 km entre gasolineras con margen suficiente.

Ambas se disfrutan sobre todo, circuito aparte, por carreteras de montaña. En ellas la Brutale es un prodigio de agilidad, precisión y estabilidad en las trazadas. Da una sensación de ligereza incluso mayor de la que promete su bajo peso. La postura de conducción es ideal para hacer curvas retorcidas, su frenada es excelente, su aceleración produce una impresión superior a lo que esperas de sus 47 cv y, si vas enganchando marchas sin cortar aprovechando el excelente funcionamiento del asistente del cambio, la sensación de deportividad es máxima. La facilidad de bajar marchas sin embrague te ayuda a justar la velocidad a la entrada de las curvas sin recurrir a la utilización del freno en la mayoría de las ocasiones. Su aplomo en los cambios de dirección sorprende en una moto con una distancia entre ejes tan reducida lo que habla muy bien de su parte ciclo. Las suspensiones, tal y como vienen de fábrica tienen un tarado deportivo, ideal para asfaltos medios aunque algo duro para asfaltos bacheados, aunque con las posibilidades de ajuste de horquilla y amortiguador se puede adaptar a casi todo tipo de asfalto. La Brutale nos ha encantado especialmente en este terreno.

De la F3 se puede decir lo mismo, ligera, ágil, buena aceleración, estabilidad, precisión y frenada, igual funcionamiento del cambio y prestaciones idénticas. La F3 gana en curvas rápidas y en curvas largas por su postura de conducción y ligera ventaja en estabilidad a alta velocidad y pierde en curvas lentas y enlazadas por su manillar más estrecho y postura mas echada sobre el tren delantero, aunque ambas son magníficas en zonas de curvas.

Si tuvieramos que elegir una para hacer curvas, creo que ambos nos decidiríamos por la F3 para curvas medias y abiertas y por la Brutale para curvas cerradas y enlazadas, es decir un empate en terrenos de curvas variadas.

Para hacer algunas fotos  de acción que no nos parecía muy ejemplar hacer en carretera y de paso hacer un viaje variado, nos desplazamos con ambas al revirado circuito FK1 (un circuito internacional de Supermotard, con excelente asfalto, 2 kilómetros de recorrido y 14 curvas). El Fk1 es un circuito de curvas lentas, la mayoría de ellas enlazadas, que equilibra muy bien las ventajas de ambos modelos. Ambas son herramientas ideales para divertirte en circuito, especialmente en este en el que no se nota prácticamente la limitación de potencia y no necesitas exprimir las marchas ya que inmediatamente te llega la siguiente curva. Ambas son tremendamente divertidas y eficaces. La Brutale juega la baza de mayor brazo de palanca de su manillar haciendo más rápidos los cambios de dirección. En ambas es fácil sujetarte, descolgarte y cambiar el cuerpo de un lado al otro, aunque la ergonomía más “de carreras” de la F3 hace más natural la postura en descolgadas importantes. En un circuito corto a mí me gusta más la Brutale, ya he dicho que las nakeds muy deportivas son mis motos favoritas, pero si habláramos de un circuito más largo, la F3 sería más eficaz por su postura más adaptada a las carreras y mejor aerodinámica. Sergio, sin embargo, elegiría la F3 incluso en un circuito corto.

Con sus precios de 12.690€ y 16.990€ respectivamente, está claro que hay opciones más baratas pero si te has dado el capricho, bastará contemplarla durante unos momentos para convencerte de que está totalmente justificado el desembolso.

Si las dos te gustan por igual, te aconsejo la Brutale por su mayor facilidad de manejo en parado, en uso tranquilo y en el tráfico urbano, especialmente si no tienes experiencia suficiente con una 125, pero está claro que la pasión es un componente imprescindible a la hora de comprar una moto. Si hay una que te gusta más que la otra, ve a por ella, con un poco de cuidado al principio no te supondrá problema familiarizarte con la que hayas elegido.

Vídeo de las MV Agusta F3 y Brutale:

Por si queréis verlas en acción y oirlas, hemos montado este breve vídeo.