RAV Naked Moto3: Carreras divertidas sin una sola complicación

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Estuvimos en la primera presentación de esta moto tan particular, pariticipamos en una de las carreras trayendo a nuestros lectores su reportaje, estuvimos en la presentación de la versión 2015 y ahora traemos hasta nuestras páginas el reportaje de su prueba a fondo, contando como añadidura con la opinión extra de un probador de lujo, colaborador habitual de nuestro espacio de radio: Manolo López Villaseñor (Sigue Leyendo).

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Probador 1: Tomás Pérez 

Ficha Técnica: 1,91 m, 107 kg, 57 años.

Nivel: Subcampeón Mac90 2012 categoría Twin, piloto del nacional de Raids 91 y 92, del Critérium AGV-SoloMoto 78 y 79; 4º y 2º en las 6 Horas Internacionales Vespa de Barcelona 1.979 y 1.980.

 

Las Apariencias engañan
La primera impresión a cierta distancia y a simple vista, es de que se trata de una pit bike, o que se parece a una pit bike. Craso error.
La RAV Naked Moto3 tan sólo guardan cierta semejanza con este tipo de motos en el tamaño. Nada más. El chasis, el motor y con ellos el resto de los componentes y el equipamiento, no tienen nada que ver, hasta el espacio para el piloto es sensiblemente mayor, disponiendo incluso de una versión con el asiento desplazado 4 cm hacia atrás para las tallas XL, como la de un servidor.

Bien. Pero antes de continuar con el reportaje, es muy posible que más de un lector se pregunte si esta RAV Naked Moto3 transmite realmente las sensaciones de “una moto de circuito”. Veámoslo entonces.

Antes de subirnos a ella, encontramos una robusta horquilla invertida regulable en sus tres parámetros, por supuesto con sus clásicos clics en un sentido y en el otro. No hay más que echar un vistazo al entramado de tubos triangulados, de sección redonda, que forman el chasis, para saber que la robustez de esta pequeña moto está garantizada. El amortiguador trasero, multirregulable como la horquilla, y el contundente doble disco montado en la rueda delantera, junto con los neumáticos de carcasa dura, diseñados por Dunlop especialmente para esta categoría, terminan por componer una moto muy seria, pequeña pero como una auténtica “moto de circuito” que monta hasta un detalle tan delator de sus intenciones como es el protector de la maneta de freno. Chasis rígido, carcasas sólidas, suspensiones multirregulables con un millón de combinaciones posibles, además de los diferentes desarrollos combinables para cada trazado, y, en consecuencia, una serie de dudas y complicaciones para en piloto que se aventura en la RAV Naked Moto3 Cup que no está familiarizado con puestas a punto, ni setings, ni los clicks a un lado y al otro. Pero con la RAV Naked Moto3 y, por extensión, en su campeonato, si se huye de algo es de las complicaciones y si, por contraste, ofrece algo como principal atractivo es la facilidad y la comodidad. El motor 2014 de esta RAV ya era ante todo fiabilidad, y éste de 2015, con 5 CV más, según aseguran los responsables de la marca, igualmente ha aumentado su potencia sin comprometer para nada la robustez de este propulsor refrigerado por aire, con tan sólo dos válvulas, cambio invertido y que, por facilitar aun más las cosas, hasta monta un arranque eléctrico.

RAV naked Moto3 2015DSC09366Aparte de ello, RAV desplaza a cada carrera, con sus jornadas de entrenamientos libres incluidos, todo su equipo técnico, que cuenta con una experiencia y un conocimiento tal de la moto que les bastará con mirarte y calcular tu peso, incluso imaginar tus movimientos sobre la RAV Naked Moto3, para hacer, como dicen ahora, en “un plis”, una afinada puesta a punto de las suspensiones, con un desarrollo que ya estará calculado al centímetro para la pista sobre la que te dispongas a rodar. Pero dejemos a un lado toda la verborrea técnica y pasemos de una vez a la acción.

La Posición
Ya han quedado señaladas mis dimensiones en la ficha técnica, pero no obstante vuelvo a repetirlas dada su determinante importancia: 1,91 m y 107 kg. Como ya hemos mencionado, existe una versión con el asiento desplazado atrás 4 cm sobre la convencional, pero, en mi caso concreto, que no es precisamente el de un prodigio de flexibilidad, no me hizo falta el año pasado, cuando aún no existía esta versión XL, y pude acoplarme para hacer una de las carreras en el segoviano trazado de Karpetania. No obstante, para esta vez, me subí en la RAV Naked Moto3 XL, que me esperaba sobre sendos caballetes en la peculiar línea de boxes que transcurre junto a la recta del circuito FK-1, en Villaverde de Medina (Valladolid).

Bien. Al sentarte en una moto tan pequeña, descubres, por arte de magia, cómo el espacio ha crecido para albergar sobradamente a un adulto, y de forma suficiente a uno bastante grande.
Botón de arranque, y al instante el sonido de Moto3 saliendo del nuevo escape 2015 irrumpe con su gravedad en la amalgama que se escucha ese día de entrenamientos para varias categorías por todo el trazado vallisoletano. Fuera caballetes y… ¡A pista!

RAV naked Moto3 2015dchasMientras me deslizo por el pit line, no sé bien qué me ocurre, es como un acceso de repentina juventud que me hace tomar la RAV Naked Moto3 como un juguete, quién sabe. Fue algo un tanto extraño, tal vez aquella mañana tenía los biorritmos subidos de tono, tal vez por la confianza que me daba haber corrido con la versión del año pasado, el caso es que en un golpe de repentino entusiasmo, di otro al gas dejando libre de súbito la maneta del embrague, ¡et voila!, la RAV se puso de manos en un pestañeo, macándose un vistoso caballito; una figura en la que nunca me he prodigado y que, en consecuencia, siempre se me ha dado fatal. ¡Excelente sensación para arrancar!

A tope
Pasamos por alto la vuelta de calentamiento al trazado de FK-1 y entramos directamente lanzados en la recta de meta, donde se aprecia notoriamente la diferencia de potencia con el motor del año pasado, montando entonces el cruce de válvulas sobradamente conservador para lo que tolera la fiabilidad de su distribución. A ese empuje extra en la recta también contribuye el nuevo escape que hemos mencionado, aunque no es sólo en ese tramo de máxima velocidad donde se hace notar. Una vez con la quinta puesta, aparece la mayor limitación con 1,91 m de estatura sobre la RAV Naked Moto3: Evidentemente sería absurdo pretender aplanarse sobre el depósito, así es que uno se agacha lo que su anatonomía le permite, que tampoco es imprescindible que sea con un acoplamiento como el de el valeroso Ricardo Tormo sobre su Bultaco de 50: Pocas centésimas podremos perder, si es que perdemos alguna, ya que la velocidad punta tampoco es de récord.

RAV naked Moto3 2015DSC09343Frenando
Bien. Ya divisamos la redonda de izquierdas al fondo, levantamos la cabeza y tiramos de freno mientras, pam, pam, quitamos dos y pisamos el pedal derecho. En este punto, si nos apetece cruzar la RAV, se deja con nobleza, aunque, eso sí, su distancia entre ejes exige cierta precisión, afinada a base de rodar y familiarizarse con sus dimensiones, unas características que serán determinantes también en otros trances de su pilotaje. En cuanto al tren delantero en plena frenada, la horquilla absorbe todo el peso –el de un servidor es como el de si fuéramos dos- y toda la inercia de la deceleración con una pasmosa solidez, mientras que los dos discos se muestran sobrados para detener el conjunto, lo que hace soñar con largas frenadas disputadas entre varios pilotos llegando en batería. Por otro lado, es llamativo cómo el tacto del trasero se muestra progresivo y dosificable en una moto extremadamente corta.

Girando
Bueno. Ya nos hemos metido frenando en la cocina de la curva, como quien dice, y llega el momento de girar la RAV Naked Moto3 para meterla en la trazada del viraje, en una de las trazadas que permite, como una virtud extra de esta pequeña-gran moto. El gesto de tirar la moto, que podríamos hacer con una super sport o incluso con una mil, y desde luego con una super motard, en la RAV Naked Moto3 tiene otro matiz, otra escala, nuevamente marcada por su reducida longitud, y es que en realidad no hace falta tirarla, o tener la sensación de hacerlo, para girarla y entrar en la trazada, resulta muy muy fácil y de lo más natural con sólo desearlo.

RAV naked Moto3 2015izdasCambiando de dirección
Ya hemos metido la RAV en la primera curva, en la redonda, y ya estamos viendo la entrada a la siguiente; en ese momento, puedes abrir gas muy pronto, aprovechando la dulce patada del dos y medio, y salir impulsado para, en plena aceleración, hacer un cambio de dirección contundente y así entrar a bocajarro en el viraje siguiente, doble y de derechas. A la salida, por encima del piano que la curva nos ha tirado encima, el siguiente codo, también a derechas y con un buen peralte, se dobla con facilidad para hacer un paso, gas a fondo, bien ajustado al interior, permitiéndote, además, recortar la salida sin aflojar el puño para abrir bien la trazada en la antesala del viraje siguiente, uno de doble radio a izquierdas, peraltado y con el final en bajada. Una curva muy técnica, que guarda un parche en el ápice, con más grip incluso, que el resto del asfalto, pero que no deja de provocar cierta inquietud en el piloto que no lo conoce, como lo haría con cualquier variación del tono que muestra el piso. El cambio de dirección se hace, igualmente, fácil y preciso, empalmando en la maniobra la entrada a la curva en un mismo gesto, prolongando el contramanillar de ese cambio con toda naturalidad.

Paso por curva
La RAV Naked Moto3 inicia el largo paso por esa curva con la sensación, igual que en los tramos anteriores, de un soberbio apoyo, como si transitáramos por él afianzados al asfalto sobre una moto mucho más grande. Y así llegamos a la franja de esta curva en la que el radio se cierra y nos exige echar el resto, justo al paso por el pegajoso parche. Ahí se pone de manifiesto una realidad que muestra la implacable geometría de esta RAV: las estriberas se sitúan a una altura considerable, pero con la imperante limitación que permite el espacio habilitado para el piloto, con el propio tamaño de la moto. Esta distancia libre al suelo, que no deja de ser considerable, no se aprecia tanto cuando uno se anima y se siente con plena confianza para buscar en el paso por curva la horizontalidad con la RAV Naked Moto3. Sí, efectivamente, sentirás rozar la punta de la bota, o directamente la estribera si no has sabido resguardarla bien y, sobre todo, si te has mantenido firme como un centinela sobre el asiento, no digamos ya si vuelcas la moto sobre el viraje más que tu propio cuerpo. Sin embargo, en el momento que muevas el tronco hacia el interior, alargando el brazo externo sobre el depósito, girando el tórax para que el hombro izquierdo mire al ápice de la curva y apuntando el codo hacia un asfalto que pasa cada vez más cerca, esa limitación de la inclinada no sólo dejará de ser tanto, sino que pasará a ser un aliciente para practicar el pilotaje que se pone de relieve en motos mucho más grandes. Eso sí, con esta RAV Naked Moto3 debes llevar los deberes hechos y colocar los pies antes de entrar en el viraje, una vez dentro, con un 46 de bota, resulta muy complicado, o por lo menos, yo no soy capaz de cambiarlo con la rodilla rozando el asfalto. Así pues, si alguna vez me cogió el toro y entré en la curva con el pie adelantado, sin colocar su punta sobre la estribera, lo único que podía hacer, como mal menor, era una trazada en pico, parando la moto para dibujar un paso por el viraje lo más corto posible, ya que el pie fuera de sitio no me dejaría inclinar como debiera.

RAV naked Moto3 2015detrásBien. Dejamos la complicada curva de izquierdas y doble radio, con el parche en su ápice, y nos deslizamos con la RAV por una ligera pendiente que viene a continuación, cambiando de dirección hasta llegar a un punto ciertamente comprometido en la misma antesala de la siguiente curva, redonda y a izquierdas. Allí, el momento de girar la moto, de marcar el contramanillar, en bajada y con todo el apoyo sobre la rueda delantera, la horquilla invertida muestra un comportamiento intachable, aislando el neumático de cualquier presión extra que pudiera crear alguna oscilación parásita. Por su parte, la rigidez del chasis y la soberbia robustez de todo el conjunto, a pesar de su exiguo tamaño, proporcionan al piloto una precisión de lo más valiosa en un momento tan comprometido. A la salida de esta redonda, hacemos un cambio de dirección en subida para negociar otra a derechas, larga y de dos radios –casi un calco de la del parche- a cuya salida tal vez se alcance el máximo grado de inclinación con el gas abierto, de todo el trazado.

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