Triumph Scrambler Tramontana: Una preparación muy pero que muy efectiva
Es el trabajo de dos ingenieros españoles encuandrados en el departimento de diseño de la marca inglesa. Una preparación que sigue otro camino diferente del habitual, en lugar de la proyección estética, se ha buscado la efectividad en el todo terreno. Los resultados, al final, a la vista están. Super7moto.com estuvo en su presentación (Sigue Leyendo).
Se viene diciendo desde hace siglos que todos los caminos conducían, y conducen, a la capital del Imperio antiguo sobre el que se cimentó nuestra actual sociedad occidental. Bien, pues eso es precisamente, un nuevo camino, lo que ha abierto este prototipo, la Triumph Scrambler Tramontana, después de que se haya definido durante décadas la corriente en la que se han enfilado, y afamado posteriormente, un sinfín de preparadores de motos retro que han tenido, y tienen, como objetivo principal personalizar estéticamente para sus clientes cada modelo que pasa por sus talleres.
Qué duda cabe de que Triumph, desde el segundo lustro de los cuarenta, ha sido una de las marcas cuya gama se ha visto más derivada, modificada y caracterizada por esa corriente de preparadores, plasmando sobre sus modelos todo un espectro de creativas fantasías. Sí, es verdad que Triumph también ha representado desde siempre el emblema del movimiento Café Racer, en el que, lógicamente, la preparación técnica ha tenido, y tiene, su peso, pero en el que actualmente la estética no deja de hacer prevalecer su mágica y poderosa influencia. En cualqueir caso, este prototipo que ha presentado ahora la propia Triumph -aunque sólo apadrinando el proyecto, y no haciéndolo suyo- ha visto la luz en su versión definitiva después de seguir únicamente el camino trazado por el preciso cálculo de la ingeniería, y no con la inspiración artística de una imagen figurativa, con un funcionamiento más o menos atinado.
Los hermanos López Córdoba, David y Felipe, integrados en el departamento de diseño de la marca de Hinckley, son dos entusiastas ingenieros que se criaron escuchando en el garaje de su hogar el grave petardeo de una Ossa Mick Andrews Réplica, engendrando de seguido una pasión por la moto que creció con ellos mismos y a la que dieron rienda suelta en su versión más eufórica durante varios años de participaciones en diversas carrereas de velocidad y resistencia, y que años después plasmaron de una forma más pausada y científica, aunque no por ello menos apasionada, en las funciones y dibujos técnicos de la ingeniería.
Bien. Y así, en medio de su trabajo de diseño y desarrollo de modelos como la Tiger 800, les asaltó el reto de hacer verdaderamente efectivo en el todo terreno uno de los modelos más retros de la gama neoclásica que ofrece la marca en la actualidad: La Triumph Scrambler, que precisamente tuvo su primitivo origen en una preparación. Sí, en la adaptación y transformación de un modelo de carretera para hacerlo conducible fuera de ella. Y así fue cómo hace cuatro años David y Felipe se propusieron hacer la moto de los sesenta, en la que está inspirada la Scrambler del siglo XXI, lo más efectiva posible en la tierra y sobre las piedras. De ese modo, comenzó a gestarse la Triumph Scrambler Tramontana.
Y la construcción propia de la moto comenzó con un cambio tan simple como ineludible. Efectivamente, porque no se puede concebir una moto de enduro mínimamente resolutiva sin una rueda de 21” en el tren delantero. Pero, una vez montada, para alzar la Scrambler de serie con semejante estatura, el conjunto se quedó completamente desequilibrado, y así, de un solo golpe, el trabajo de ingeniería sobre la parte ciclo planteó una lista de complicaciones, que los hermanos López Córdoba fueron resolviendo durante cuatro años de trabajo en horas no lectivas, la mayoría nocturnas y muchas de ellas festivas.
Para la suspensión trasera se respetó el sistema de doble amortiguador después de muchas consideraciones, porque bien es cierto que durante un tiempo se barajó la posibilidad de recurrir a la configuración “mono” por la progresión que aporta su diagrama de bieletas; sin embargo, al final se decidió mantener la fórmula de origen, modificándola, eso sí, para adaptar la última posición con la que se vieron las motos de doble amortiguador surcando campos y atravesando montañas; esto es: mucho más inclinados y con el anclaje superior situado más adelante; además, para poder graduar su progresión, David y Felipe, hicieron desplazables esos anclajes, atornillándolos a unas bridas que abrazan los tirantes del chasis. Los amortiguadores llevan el sello de Ohlins, representando la contribución de tan prestigiosa firma, con dos unidades presurizadas que montan muelles de doble efecto, ofreciendo 180 mm de recorrido para garantizar, no sólo una aceptable absorción de las irregularidades, sino también un buen aprovechamiento de la excelente tracción que ofrece el bicilíndrico de 865, manteniendo la rueda trasera el mayor tiempo posible en contacto con el suelo. Resuelto este punto, la horquilla debía de estar a la altura, no sólo física, sino también funcionalmente hablando, por lo que montaron una invertida con 220 mm de recorrido.
En este vídeo grabado a lo largo de los cuatro años de desarrollo de la Triumph Scrambler Tramontana, se puede observar paso a paso, al detalle, todo el proceso seguido.
Continuando con la descripción escrita, el resto del prototipo fue recibiendo modificaciones y nuevos elementos hasta lograr un conjunto homogéneo y efectivo, además de resultar consecuente con su estirpe neoclásica. Neumáticos Metzeler Karoo, con su personal dibujo, que remata ese imponente aspecto, tan poderoso, de la Tramontana. Tensor de cadena con muelle rotacional sobre el basculante de serie, para paliar los tirones que produce la tracción sobre el amplio arco, poco corriente, que describe el eje trasero en su oscilación; un doble disco que generó repetidas críticas y también algunas dudas en los propios creadores, que a día de hoy no se han disipado. Y en cuanto al motor, no se ha buscado ni más potencia ni más par, por rendir de sobra el dos cilindros de 865; tan sólo se le ha dado una mejor respiración, sustituyendo el air box de origen por unos filtros y toberas independientes para cada cilindro y construyendo un escape de formas artesanales bajo el auspicio de Arrow.
Una vez rematado el prototipo definitivo con un asiento de manufactura exclusiva, estriberas mecanizadas y reposicionadas, manetas de aluminio anodizado, otro manillar con sus alzas y unos puños Tomaselli, que me pusieron de lo más nostálgico al tantearlos, David y Felipe se presentaron en los Tridays de Triumph con la idea principal de participar en su mítica carrera de campo a través: La Rumble. La Tramontana se mostró tan efectiva que llegó a plantarse en la final, y, para sorpresa de sus propios creadores, ganó la prueba.
Este hecho, aunque con un éxito tan inesperado, tenía cabida dentro de las ilusiones de los dos ingenieros porque se encontraba en la tecnológica línea sobre la que habían trabajado; pero lo que nos han confesado que no esperaban, en ningún modo, es conseguir el segundo puesto del concurso de personalización estética, dentro de ese mismo certamen Triumph. Después de este reconocimiento a las cualidades estéticas de la Tramontana, vinieron otros. 6ª mejor creación 2014 para la publicación Exif; 9ª, también de todo 2014, para LSR Bikes y, entre otras más, fue portada de la prestigiosa revista Twin and Triple.
La próxima iniciativa en la que los hermanos López Córdoba van a involucrar a su Triumph Scrambler Tramonta es en la aventura de la Transpirenaica, recorrida con el mayor número de kilómetros posibles fuera del asfalto.
Para ir concluyendo, muy importante subrayar que junto a los dos ingenieros, tres mecánicos, que aparecen en la penúltima foto formando todo el equipo, han trabajado tantas horas no pagadas como los propios creadores y gestores del proyecto.
Y por último, para ver la efectividad de esta audaz preparación en marcha, nada como la prueba de que el movimiento se demuestra andanto. Invitamos al lector a deleitarse con el vídeo de acción que nos ha proporcionado la propia marca, Triumph.
A nosotros, lo único que nos ha dejado este magnífico prototipo es con las ganas de probarla, las mismas que trajimos después de verla en directo y tocarla en el acto de su presentación a la prensa.
Tomás Pérez