Guzzi Norge: Viajar con Uve Mayúscula

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Una GT para los apasionados de la uve transversal y transalpina y para los motoristas viajeros en general. Una GT bastante completa, que entró de frente en un segmento que resulta el más sofisticado y prestigioso, donde cada marca expone lo mejor que tiene guardado. No es fácil elegir en este segmento, y menos aun contando con una contrincante más como la Guzzi Norge (Sigue Leyendo).

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Probador: Tomás Pérez

Ficha Técnica: 55 años, 1,91 m, 101 kilos

Nivel: Subcampeón 2.012 Categoría Twin de la Mac90



El concepto Norge

Primero hice la prueba a fondo del modelo Stelvio. Después de aquel trabajo y cuando me dirigía a recoger la unidad de prensa de esta Norge, iba pensando que tal vez Guzzi hubiera creado este modelo rutero bajando, simplemente, las cotas de su maxi-trail para transformarla en una GT, o viceversa. En cuanto la tuve en mi mano, me di cuenta de que no es así. La Norge y la Stelvio toman caminos muy diferentes, diría yo que desde el propio ordenador de proyección.
Con esta Norge, Guzzi entra sin reservas en un territorio amurallado en el que otras marcas han apostado con lo mejor, el más amplio despliegue de accesorios y de sofisticación. Lo cierto, de todos modos, es que Guzzi tiene muy complicado hacerse un hueco en el duro segmento de las Touring. Veamos en este reportaje hasta qué punto lo ha conseguido.

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Posición

En un primer momento, la verdad es que te sientes un tanto extraño, con una colocación un tanto dispar, por describirlo de alguna manera. Todo es producido por la particular situación de las estriberas, que deja dos maneras de posar los pies sobre ellas. Si los apoyas con un control atento y total de la moto, es decir: plantando esa franja desde la que arrancan los dedos, la posición de cintura para abajo queda dibujada entre la de una naked radical y la de una deportiva; algo que no encaja demasiado con la postura erguida con la que queda colocada el tronco por la llamativa longitud que prolonga los semimanillares de la Norge. Una particularidad de esta posición del pie es la de que deja muy poco espacio al del pasajero.
De todos modos, la tendencia natural y viajera al conducir la Norge es la de colocar los pies encastrando el tacón de la bota contra la estribera.

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El Motor

El par el motor de la Norge resulta sobre saliente. Claro, ésta es una afirmación que surge de la moto, prácticamente, antes de subirse a ella, y es que no podía ser de otro modo, faltaría más, hablando de un bicilíndrico grande. La cifra es de 107 Nm; sin embargo, lo más me ha llamado la atención de este motor es que a partir de 5.500 rpm se saca de alguna chistera escondida un magnífico tirón que sorprende y que se prolonga sin aflojar hasta el propio corte del encendido. Añadido a esto, al abrir gas sin contemplaciones, se libera un sonido profundo y gutural desde la admisión que excita eléctricamente la mentalidad turística con la que, normalmente, uno se subirá a la Norge.
El sonido de la admisión abriendo el gas con deseo me transmite al instante ese carácter Guzzi de siempre, tan deportivo, sobre todo el de sus Le Mans de los 70. Bien es cierto que sólo se trata del sonido, porque la suavidad de este V-2 con ocho válvulas es la progresiva y esperada en una GT que se precie de su categoría. Pero ese sonido de la admisión, sí, es el bramido con timbre Guzzi que delata la bestia que encierra el corazón de esta Norge.

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El Cambio

Al meter primera en caliente, se deja oír ese típico clanc, que resulta casi inevitable en la inmensa mayoría de las motos. Luego, al ir seleccionando las marchas cortas, con un ritmo digamos de barrio, se escucha un molesto clonc, seco y grave, que transmite una sensación de cierto desarreglo dentro del selector. Sin embargo y para el disfrute de la conducción, el cambio se comporta con tacto de pura seda y sincroniza con perfección, tanto subiendo como bajando de marchas. Efectivamente, el cambio de la Norge es tan suave que al principio casi cuesta encontrar el punto muerto porque apenas se siente en el empeine o en la planta del pie el paso por cada marcha.

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