YO ACUSO
Hace unos días Carlos, compañero del trabajo, llegó de vacaciones. Su semblante hacía presagiar que el síndrome post vacacional se estaba cebando especialmente con él; sin embargo, el motivo de su aflicción no era sólo la vuelta a la rutina. Durante esos días de viajes y descanso recibió el mazazo de una lamentable noticia: Natalia y Óscar, dos buenos amigos, habían sufrido un accidente mientras disfrutaban de su Harley por la madrileña zona de Pelayos de la Presa. La mayor punzada de dolor vino al confirmarse la muerte de ella, prácticamente en el acto, él se encuentra en estos momentos en la unidad de cuidados intensivos luchando por recuperarse de gravísimas lesiones.
Cuando se empiezan a conocer los detalles de lo ocurrido, el dolor comienza a dar paso a la indignación.
Un conductor, que supera sobradamente los 80 años, tomó una curva al volante de su coche invadiendo el carril contrario. Una asquerosa jugada del destino quiso que en esos momentos Natalia y Óscar ocuparan ese espacio a lomos de su Harley.
Pero aun hay algo más: Cuando algunos medios de comunicación se hacen eco de este suceso, la indignación sube en una efervescencia hasta convertirse en rabia.
Las agencias EFE y Europapress redactan una especie de nota que reproducen diversos medios, cómo por ejemplo el Mundo. Reproducimos la de EFE en el periódico de Pedro J.
Muere una joven y su acompañante queda grave en un accidente de moto
Efe | Madrid
Actualizado sábado 24/03/2012 18:15 horas
Una mujer de unos veinte años ha fallecido y un hombre de edad similar ha resultado herido grave tras salirse de la carretera la moto en la que viajaban a la altura del kilómetro 49 de la M-501, cerca de Pelayos de la Presa.
Según ha informado un portavoz de Emergencias Comunidad de Madrid 112, el accidente ha ocurrido sobre las dos y media de la tarde de hoy sábado y cuando los servicios de emergencia han llegado se han encontrado a las dos víctimas en el suelo, ya que habían salido despedidas del vehículo.
La mujer había fallecido, por lo que el Summa no ha podido hacer nada por su vida, mientras que el hombre sufría fractura de las dos piernas y policontusiones, por lo que ha sido evacuado en helicóptero al hospital.
Al lugar se han desplazado una UVI móvil y un helicóptero del Summa y efectivos de la Guardia Civil.
El imbécil que redactó esta falsedad, me da igual que fuera un becario o el mismísimo director de la agencia, no se molestó en hacer la más mínima comprobación. El coche con su anciano conductor, carente de reflejos, ni aparecen. Miente cuando dice que se salieron de la vía y miente en la edad: Según me cuenta Carlos, Natalia tenía unos 35 años y Oscar algo más de 40.
Yo acuso a la DGT y a los medios de comunicación.
Yo acuso a las DGT por permitir como válidos unos reconocimientos médicos que no son más que una pantomima, papeles que se pueden comprar: basta con pasarse por las puertas de la DGT de Madrid y comprobar cómo se comercia con ellos y basta con acudir a una de éstas supuestas consultas y ver su profesionalidad, ver lo fácil que estampan la palabra “Apto” en cada certificado. Así uno se explica cómo es posible que un anciano cercano a los 90 años siga pasando reconocimientos una y otra vez. Me niego a creer que conserve reflejos y aptitudes para conducir.
Yo acuso a un amplio sector de la prensa de ser experto en mentir, en manipular, en ocultar, y en un largo etcétera, para satisfacer sus intereses políticos o económicos y, desde luego, no hacer debidamente la principal de sus obligaciones:
Informar.
Y finalmente yo acuso a gran parte de la sociedad de criminalizar como norma a todo ser humano que se desplace en una moto.
Natalia, descansa en paz; Óscar, lucha por salir adelante, seguro que ella lo querría, desde éstas humildes líneas, mucha fuerza, de corazón. A familiares y amigos, el equipo de Super7 queremos hacerles llegar nuestro pésame y mejores deseos.
José Ángel Lorenzo