Triumph T-100 Steve McQueen - Segunda opinión
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José María Hidalgo
Ficha: 58 años, 83 kilos, 1,83m
Nivel: Rutero, sufridor de atascos, adicto a las carreteras de montaña, aficionado a las tandas en circuito.
Al igual que a Tomás, las impresiones de conducción que me ha proporcionado este modelo son casi idénticas a las que podéis leer en el artículo dedicado a la Bonneville T100 que él os enlaza.
He dispuesto de este modelo durante un par de días, en los que he repetido recorridos urbanos y por carreteras de montaña, con casi las mismas impresiones de dulzura, facilidad de conducción, comodidad y, por que no decirlo, practicidad que tuve al probar la Bonnie.
Es prácticamente la misma moto, sin embargo, con solo un cambio de pintura, faro y asiento, el aspecto de este modelo cambia radicalmente, pasando de ser un elegante modelo de calle a una moto ‘distinta’ difícil de calificar, una réplica bastante aproximada (estéticamente, se entiende) de la que participó en la ‘Gran Escapada’ para regalarnos esas preciosas escenas en manos de Steve (tal vez su doble en algún momento). Corroboro lo dicho sobre la pintura, es de una gran calidad y llena de matices difíciles de apreciar en las fotos.
He dicho antes, hablando de las impresiones dinámicas, que son "casi" identicas, el "casi" viene dado sobre todo por el tamaño de los puños, con demasiado diámetro para mi gusto ya que son tipo ‘custom’. Yo prefiero, sin duda, los de la bonnie estándar, aunque entiendo que esto es muy opinable y depende de a lo que se esté acostumbrado.
El otro cambio, que si me ha gustado, lo proporcionan las piezas laterales de plástico que protegen el depósito y dan un mejor agarre a nuestras rodillas, a parte de ser, para mi gusto, un acierto estético.
¿Merece la pena el incremento de precio? Depende de para quién, si valoras su exclusividad, si te quedas enganchado al mirarla, seguro que la merece. Estamos ante una moto moderna pero atemporal, que muy probablemente seguirá llamando la atención dentro de muchos años, cuando la evolución de la tecnología haya convertido en chatarra a casi todas las motos actuales.
José M. Hidalgo