Héctor Faubel
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Inteligente, hábil, preciso y muy intuitivo. Entrevistamos a uno de los pilotos españoles con más experiencia en el Campeonato del Mundo, nada menos que once temporadas (Leer Entrevista).
2.012. Finales de noviembre
El viento se aprecia fuera con su amenazante silbido, también con el paso de alguna envoltura extraviada que cruza fugaz ante la cristalera: Lleva soplando toda la mañana sobre la estepa y ya no queda ningún remolino que arrastrar en volandas, ni ninguna hierba que arrancar con violencia para ir formando otros a su paso. Un caballo de Atila que ha traído directamente desde el polo un frío prematuro que ha cogido desprevenido a una población confiada en la benevolencia del otoño.
Se abre la puerta, la contrapuerta y una brizna de aliento helado se cuela tras los pasos del empleado del circuito que acaba de entrar. Su porte contraído y su expresión aterida muestran la huella de un día hostil como pocos. Da cuatro pasos hasta la barra mientras coloca las manos cerradas, formando dos canutos sobre los que sopla para calentarlas. Una imagen que no deja de provocar un pequeño escalofrío en la espala de quien la contempla sentado y al resguardo.
Días como éste hacen ver que la tarea del piloto es más sacrificada aun de lo que se ve habitualmente en Televisión. No sólo es el esfuerzo extenuante durante la carrera, no sólo es la desbordante tensión de la salida, no sólo es el riesgo omnipresente, no sólo es el dolor de las caídas, el sufrimiento durante su recuperación; además de todo ello, el piloto se ve comprometido muchas veces a hacer pruebas y ensayos en unas condiciones que resultarían infernales, simplemente, para desplazarse a través de un breve e inocente trayecto urbano sobre una moto.
Sin embargo, el protagonista de esta interviú no parece afectado en absoluto tras haber concluido la experiencia. Ni siquiera le he escuchado hacer un comentario, ni antes, en los boxes, ni durante la prueba, ni tampoco al iniciar nuestra conversación, sobre el día de perros que nos envuelve. Ciertamente, salta a la vista que me hallo sentado frente a un joven curtido ya en mil batallas… En mil batallas y en más de 180 grandes premios.
Una barba rala sobre un rostro juvenil tocado por un gorro de lana, imprescindible en un día como el de hoy, si no quieres que tus orejas se vuelvan quebradizas como carámbanos o que tus ideas se congelen al ser peinadas por el rasero de una auténtica galerna. La camiseta con un escudo que desconozco, la chaqueta de lana, los vaqueros, sin rotos ni agujeros, y las zapatillas de trekking le dan el aspecto informal de un universitario a final de carrera o el de un perseverante opositor a la Judicatura.
Preparo la grabadora mientras me observa con una expresión despierta y sobre todo una mirada muy viva, avispada; dos detalles que delatan una persona de mente ágil e inagotable energía interior.
FICHA TÉCNICA
Edad: 28 años
Altura: 1,70m
Peso: 65 kilos
Nombre: Héctor Faubel.
Super7.- ¿Tienes carné de moto?
Héctor Faubel.- No. No lo tengo, más que nada porque el contrato para correr el Campeonato del Mundo tiene una cláusula que cierra la posibilidad de conducir moto por la calle y por eso nunca me lo he sacado.