Elena Rosell - El interior del Piloto

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                              INTERIORIDADES DEL PILOTO

elena gas a fondo ninja

S7.- La noche anterior a una carrera, ¿qué prefieres hacer: distraerte, por ejemplo, viendo una película o charlando con alguien muy próximo, o concentrarte en el circuito, en la propia carrera del día siguiente?
ER.- Depende – sonríe y nos hace reír-. Depende de cómo haya ido el día. Cuando las cosas no van bien, tratas de distraerte y pensar en algo distinto.

S7.- ¿Te llevas alguna vez los deberes a la cama para repasar algunos detalles?
ER.- A veces sí. En alguno de esos circuitos de la gira asiática, recuerdo que me desperté con algunos papeles encima –nos reímos-. Eran notas escritas sobre el plano del circuito y tomadas de la telemetría, y las conclusiones de los entrenamientos. Notas como “en esta curva tengo que frenar más tarde, en esta otra tengo que hacer más paso”.

elelna posando con vicente

S7.- ¿Tienes alguna carpeta personal con esas notas, aparte de lo que te diga el equipo?
ER.- No, no. No, porque como ha sido mi primer año, me he guiado por mi equipo, en todo lo que mi telemétrico me ha ido indicando, porque es lo único que he tenido. Para el año que viene, si tengo la oportunidad de volver a correr en el Mundial, tendré una carpeta con mis notas.

S7.- Después de aquellas carreras de la Mac90 o, incluso más cerca, en las del CEV, con las tribunas prácticamente desiertas, te encuentras con El público del Mundial. El Gran Público rebosando muchas veces las gradas y la tierra de la pelouse. ¿Condiciona en alguna medida tu comportamiento en pista? ¿Sientes su presencia en el propio asfalto?

ER.- Una vez metida en la pista, la verdad es que no. Pero durante la vuelta de calentamiento, la vuelta después de pasar por meta o cuando entras o sales de boxes, te quedas y miras. Mola –sonríe abiertamente.

S7.- Imaginamos que el momento de situarte, allí en Qatar, en tu primera parrilla de El Mundial, debió de resultar muy especial. Tal vez, al verte allí, en aquella línea de salida, sentiste que habías cumplido un sueño de no hace muchos años, tal vez los nervios no te dejaron pensar, tal vez te emocionaste bajo el casco…
ER.- Sí, pero no. Hubo un poco de todo eso, pero muy poco, porque tienes que estar centrada, no puedes despistarte, porque como te descuides un momento…

S7.- En qué aspecto ha sido este año más duro para ti, ¿en el sicológico o en el físico?
No sólo no duda, sino que parece acusar el esfuerzo con su única palabra.
ER.- Sicológico.

Elena posando con Tomas

S7.- ¿Por alguna razón en particular?
ER.- No. Por todo: por la inexperiencia, porque, aunque alguno pueda pensar que el CEV impresiona viniendo de un campeonato regional, El Mundial impresiona mucho más. Es otra filosofía. Allí todo el mundo va a lo suyo. Aquí aun hay compañerismo, allí no hay nada, pero únicamente porque no tienes tiempo. Allí cada uno tiene su trabajo y su tiempo acotado. Si te ves por ahí te saludas, pero no tienes tiempo para irte a charlar con el del box de al lado porque lo tienes que dedicar a conocer el circuito.

S7.- Por último. De todo este año tan difícil, en el que todo ha ido tan rápido, ¿ha habido alguna carrera en la que esa noche anterior que mencionábamos te hayas ido a la cama sintiendo que todo había salido bien, que todo estaba en su sitio, y que sólo te quedaba por hacer concentrarte en la salida y en la propia carrera?

ER.- La verdad es que para los pilotos… para mí, por lo menos, llegas al circuito nuevo el jueves y haces una vuelta andando o en bici. Luego, el viernes y el sábado, que ya tienes una toma de contacto, te vas a la cama pensando en dar vueltas mentalmente. Me ha pasado en muchas noches que me he quedado durmiendo una y otra vez sin poder hacer más de medio circuito porque volvía a dormirme antes de acabar. Empezar una vuelta: en esta frenada tengo que hacer esto y esto, en esta rápida, esto otro, y dormirme al llegar a la tercera curva. Despertarme y empezar la vuelta otra vez. Y al día siguiente decirle al equipo, yo no sé cómo haré la carrera, pero el primer sector me tiene que salir de lujo.

Los tres rompimos la risa en una carcajada.

Tomás Pérez
Vicente Rosa
Fotografía: www.elenarosell.com

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