Sistema Antibloqueo de frenos TCB - El Manotazo del Pánico
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La cuestión es que, llegado ese momento, tras haber probado de un modo u otro, me siento decepcionado con el resultado que ofrece este sistema TCB.
Entonces me doy cuenta de que no lo estoy haciendo bien, de que no estoy calcando realmente la forma de actuar de un principiante porque doy el manotazo, sí, pero después me eternizo apretando progresivamente. Ése es el error tratando de simular el manotazo del pánico.
Así es que tomo de nuevo carrerilla hasta que ver los sesenta en el marcador, y, en ese momento tiro del freno. Lo hago con un golpe seco y violento, pero esta vez, además, instantáneo, para soltar la maneta en el momento siguiente, que es tal y como lo haría, físicamente, un principiante en un acceso de pánico con su manotazo. La suspensión se hunde hasta el punto que se conoce como “tope técnico”, pero esta vez el neumático no gritó, la rueda no deslizó como en las ocasiones anteriores y mantuvo su rectilínea trayectoria al milímetro. Vuelvo a probarlo ajustando mucho más el tiempo del manotazo a lo que puede ser esa reacción de pánico del principiante. La Harley frenó sin humos, sin ruidos y, lo que es primordial, sin un solo aspaviento y con el neumático bien apoyado, ofreciendo todo su agarre y manteniendo, por supuesto, la trayectoria con la que le guiábamos. Efectivamente, la Sportster retuvo la velocidad con aplomo y con todo el agarre ante una acción muy semejante a la que provocó mi propio amigo Paco, cuando se encontró, sin ni siquiera imaginárselo, con el tipo al volante que salió del vado, lo miró e invadió la calzada para bloquear su camino ignorando la evidente preferencia del motorista, ignorando, incluso, su propia existencia.