¿Se puede ir en moto a 40º? Prueba dinámica
Todos sabemos que si, pero también que es una situación muy incómoda. Al menos yo, no voy a gusto cuando hago rutas por carretera sin ir correctamente protegido con ropa de cuero o cordura y por muy ventilada que esté, cuando la temperatura ambiente supera con claridad la corporal, la ventaja que ofrece la exposición al aire no es tal ya que este calienta en lugar de refrigerar.
Este verano de 2015, el más caluroso de la historia de la que se tienen registros fiables en la zona centro hemos probado una solución que funciona y nos ha permitido disfrutar de nuestra afición en los días mas extremos de Julio. (Sigue leyendo)
La historia comienza en la central de Triumph España al ir a recoger un modelo de prensa para realizar una prueba personal, concretamente una Street Triple, modelo que, como sabéis, es una roadster y, por lo tanto, una moto sin mayor protección ante el aire que la que proporciona su cuadro de instrumentos. Comentando con sus responsables lo riguroso de la canícula, surgió en la conversación su chaleco Cool-Down, como ayuda para estos días, inmediatamente les pregunté si tenían uno para probarlo y la respuesta fue positiva.
Se trata de un chaleco de material textil capaz de almacenar agua en su entramado y permitir su evaporación a lo largo de varias horas, entre 4 y 6 según la temperatura y velocidad del aire. La evaporación del agua, como todos sabemos, se hace robando temperatura al ambiente y, por ende, también a nuestro cuerpo con el consiguiente efecto de refrigeración. Su tamaño y reducido grosor, permiten llevarlo debajo de la ropa de protección incluso aunque se trate de un mono ceñido.
El sistema de preparación ideal es sumergirlo en agua para que se empape bién la zona central del pecho y la espalda, dejarlo escurrir una hora para que no quede húmeda la zona interior. Como no había tiempo para el procedimiento ideal, en Triumph lo humedecieron con cuidado para que quedara la mínima humedad posible en el interior y me lo entregaron.
Yo llevaba una camiseta transpirable comprada por 9 euros en una conocida tienda de deportes y un traje airflow con el que llegué “cocido” a la central de Triumph, a pesar de ser bastante ventilado. Siguiendo instrucciones me ajusté el chaleco encima de la camiseta, me puse la chaqueta y a rodar.
Quizás por no haberlo dejado escurrir, la primera sensación es de humedad, aunque esta fue descendiendo rápidamente ayudada por los 42º que marcaba el termómetro.
La diferencia de sensaciones antes y después de rodar con el chaleco fue mas que notable, pasé de ir incómodo y agobiado por el calor a sentir una temperatura perfectamente soportable y olvidarme de ella para concentrarme en rodar con la Street por mis carreteras favoritas.
Inicié la ruta a las 4 de la tarde de uno de los miércoles mas calurosos de mediados de Julio y la finalicé a las 20:00, las horas de mas calor del día. El chaleco conservó la capacidad de refrigeración todo ese tiempo y yo llegué a casa relativamente fresco y sin notar la camiseta mojada.
Al quitarme el chaleco, la camiseta se notaba fresca al tacto pero no mojada.
La efectividad del chaleco es tanto mayor cuanto mas aire reciba, por lo tanto, máxima en motos con poco carenado y pilotos con chaquetas ventiladas o monos perforados.
Curiosamente, el fin de semana siguiente hice una ruta con amigos quedando a muy primera hora de la mañana en una de las zonas menos cálidas cercanas a la capital. Por si las moscas, metí el chaleco en la mochila, pensando en mojarlo a mitad de ruta si se hiciera necesario, pero no fue así, al contrario, esta vez lo utilicé de abrigo debajo del airflow ya que las temperaturas de primera hora de la mañana eran suficientes para resultar incómodas para un motorista tan friolero como lo soy yo. Teniendo en cuenta lo poco que ocupa plegado, merece la pena meterlo en verano dentro de la mochila para corregir en uno u otro sentido nuestro vestuario.
Una de las dudas que posteriormente me ha planteado un amigo con el que comenté el tema es si, para él que tiene problemas de lumbago, puede resultar contraproducente, mi impresión es que no ya que a pesar de no haber realizado un escurrido correcto, no tuve sensación de humedad en la cintura pasados los primeros 15 o 20 minutos de la ruta.
Hay otras marcas de vestuario para el motorista que ofrecen soluciones aparentemente similares, no las he probado, pero la que ofrece Triumph me ha convencido.
Un producto a considerar para el verano. Se puede adquirir en los concesionarios Triumph a 90€.
José Mª Hiidalgo.