Ducati Monster 1200: Una moto de Gran Talla
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Una moto grande, de ergonomía espaciosa, para motoristas grandes de grandes pasiones.(Sigue Leyendo)
La pregunta “¿te ha gustado?”, que es prácticamente la primera que se hace a cualquiera que se baja de una moto que acaba de probar; es una cuestión que pierde casi todo su sentido cuando se le plantea a alguien que, como un servidor, escribirá un texto que será publicado a modo de reportaje sobre la moto objeto de la prueba. No se trata de que me guste a mí, personalmente, sino de que le guste al motorista para quien se ha creado, a quien va dirigida.
Pero por una vez vamos a hacer una excepción y vamos a tomar esa pregunta como pie del guión que seguirá este artículo.
-Tomás, ¿te ha gustado la nueva Ducati Monster 1200?
-Sí, me ha gustado, y mucho.
Bien. Veamos por qué me ha gustado tanto.
Lo primero por la Posición
Nada más acomodar mis 191 centímetros, con sus 105 kilos, me he encontrado como en el cuarto de estar de mi casa.
¡Ya era hora de que alguna marca pensara también en una moto lógica para las tallas grandes, si relegarnos forzosamente al rincón de las maxitrail o las bestias de la aceleración! Por fin una naked en la que me encuentro como un motorista proporcionado y no como un ganso intentando acoplarse a lo que todo el mundo entiende por una moto normal.
La Monster ha crecido en general, y se puede decir ahora que es una moto grande. De hecho, alguno de los compañeros de otros medios, con los que compartía la jornada de presentación, me ha comentado, al verme subido sobre ella: “Te queda fenomenal”. Y eso es algo de lo más significativo porque siempre procuro evitar que me saquen de frente en marcha, porque, sencillamente, me cargo la foto.
Una moto grande, sí, que ofrece una ergonomía amplia y generosa, con unas curvas que cierran mágicamente unas formas que la hacen lo más envolvente. El asiento, confortable, por espacioso y por mullido, lo mismo que para la segunda plaza.
En la parte más alta y delantera, el manillar se ha elevado cuatro cm y se ha desplazado hacia atrás otros cuatro, para hacer la posición mucho más natural y relajada que en las versiones anteriores, en conjunción con la posición de las estriberas. Sí es verdad que con mi estatura las piernas me quedaban replegadas un punto más de la cuenta, por lo que mis compañeros de talla mediterránea se encontraban a sus anchas sobre la nueva Monster 1200. Sin embargo, los del metro noventa, más o menos, podemos seguir sintiéndonos de enhorabuena porque Ducati prevé, además, un asiento 25 mm más alto para nosotros.
La segunda razón es La Suavidad de su Motor.
Ducati ha logrado dejar a un lado esa sensación extrema y radical que exhibían algunos de sus modelos para crear con este Testa Tettra a 11º de flotación y doble bujía una sensación dulce sin perder la esencia que ha caracterizado desde su origen a la marca de Bolonia. Porque, independientemente de ese tacto dulce, la Mosnter 1200 saca un genio en medios que llega a elevar el tren delantero, sin tirar del manillar ni tocar el embrague, y que desde luego te lanza desde muy abajo; y cuando escribo “abajo”, no lo hago para referirme al régimen del motor, sino a la inclinación de la moto encarando la salida de un viraje.
Genio y suavidad en un bicilíndrico de vanguardia. No es magia: es la tecnología más sofisticada y avanzada aplicada al bicilíndrico en ele, la arquitectura mecánica por la que Ducati apuesta como piedra filosofal para crear la Moto Perfecta.
La Tercera razón es La Agilidad.
Una virtud que Ducati ha logrado en una moto grande. ¿Y cuál ha sido la fórmula empleada para que en la Monster 1200 se rompa esa contradicción Moto grande-Moto ágil?
Pues combinando la ligereza y la colocación del peso.
La primera medida se ha logrado a base de emplear materiales livianos y la segunda a base de agudizar el ingenio para buscar los rincones más insólitos de la moto. Por ejemplo: La batería y todo el bloque electrónico van alojados en un estudiado compartimento habilitado bajo el eje del basculante.
Lo cierto es que el estudio de pesos de la Monster 1200 se deja sentir en marcha, y de qué manera, en forma de una agilidad insospechada en una moto tan grande.
La Cuarta razón, y la más destacable es El Aplomo.
En este aspecto y antes de empezar a analizarlo brevemente, conviene no olvidar el peso de quien escribe: Desplazar 105 kilos es, como digo muchas veces, casi como ir dos sobre la moto.
No tengo ninguna duda de que hasta el momento la naked con mayor y mejor aplomo que he probado ha sido otra insigne italiana: La MV Agusta Brutale 1090.
Bien, a medida que avanzaba la jornada, la sensación monolítica que me transmitía esta nueva Monster, inmerso en una nueva ciclogénesis que arrasaba la península, se iba traduciendo en una confianza que ganaba enteras por momentos. Cada vez me tiraba a por la curva con menor reparo y mayor desparpajo, con menor preocupación de que la trazada pudiera cerrarse inesperadamente tras un talud porque la Monster 1200 me dejaba más y más margen para rebañar la inclinada hasta cotas impropias de la carretera y mucho más racionales en una pista. Me encantará llevar esta Monster 1200 al circuito cuando tengamos ocasión hacer su prueba a fondo.
El aplomo es contundente, asombroso, tanto al tirarte con decisión como al hacer un peso de vértigo por viraje rápido.
La moto no se mueva bajo ninguna circunstancia, y sus reacciones, también al soportar las terribles ráfagas de viento, más que nobles, condescendientes con el motorista, porque di varios tirones de freno en plena inclinada y la reacción que sentí es la de una mera retención en medio de la curva, sin retorcimientos ni aperturas de trazada.
Por último en este apartado del aplomo y relacionado con la frenada, me sorprendió el tacto blando de la horquilla al hacerla rebotar en parado con el freno cogido. Sorprendente para ese soberbio aplomo que ofrece en marcha.
Básica o Ese
La diferencia de respuesta entre una versión y otra no se percibe, al menos para un servidor, de una manera notoria. Algún compañero, desde luego menos pesado que quien escribe, aseguraba que sí. El caso es que la patada, con ese sonido ronco y excitante, tan característico, en medios me pareció igual de contundente en ambos casos. Rotunda, una verdadera gozada para los amantes de la conducción deportiva.
La Instrumentación.
Un nueve (si escribiese un diez, el lector probablemente no me creería) para la resolución, claridad y exuberancia de la pantalla TFT que monta la Monster 1200. Unas cifras o unas gráficas que toman protagonismo según el modo, “Urban, Tourist o Sport”, que seleccionemos. Así llama la atención que en el modo “Urban” es el reloj horario el que toma el protagonismo, pensando que en ciudad siempre conducimos con el tiempo justo, y en el modo “sport” es el cuenta revoluciones, con la cifra en el centro y la escala en parte del perímetro, el que atrae la atención del piloto.
Todas las cifras se leen perfectamente con 1,5 dioptrías de presbicia.
Sobre la estética
Ningún comentario y sí una recomendación: Mejor admirarla en vivo. Las fotos, por muy genial que sea el que pulse el obturador, no logran captar todo el esplendor que proyectan sus líneas, sus detalles y su dos colores… Sí, el blanco también.
Pegas
1.- En una posición tan lograda para una naked con carácter deportivo, los talones tropiezan con el protector del escape en el lado derecho y con el soporte en forma de arco para la estribera del pasajero en el izquierdo.
2.- El tacto del cambio se sentía un tanto seco y duro; aunque en este aspecto hay que señalar que todas las unidades en las que me subí estaban en su primer rodaje.
3.- La pantalla TFT es generosa y explícita con cada dato que ofrece; sin embargo, si le cae el sol directamente, no se ve; y si le da de soslayo, se ve sólo en parte y con dificultad.
Por otra parte y sin dejar la pantalla de información, algunos echarán en falta el dígito para indicar la marcha engranada, un dato que parece obligado hoy día en todas la motos.
Conclusión.
Una conclusión muy preliminar tras esta toma de contacto a la espera de nuestra prueba a fondo.
Ducati ha pretendido ampliar el uso de su tótem en ventas, la Monster, invitando a sus futuros propietarios a llevar a cabo actividades o muy complicadas o directamente impensables para las versiones anteriores. El viaje con dos plazas es ahora, no sólo factible, incluso placentero, gracias al espacio que ofrece la nueva Monster y la amplitud y confort de su asiento, también para el pasajero, incorporando unas prácticas asas disimuladas en los laterales del discreto colín y la posibilidad de montar unas maletas semiblandas, fijadas con cerradura a la moto.
Además de esto, Ducati amplía el espectro de posibles propietarios de su gama Monster a otros amantes de las dos ruedas menos apasionados del tacto bronco que siempre caracterizó a la marca de Bolonia y con manos menos expertas, también, para dominar ese tacto seco y duro, al hacer una moto dulce, con una entrega asimilable para prácticamente la mayoría de los motoristas
La Monster 1200 al AMA Production
Otra nueva creación compitiendo por la supremacía en el mundo desnudo de las dos ruedas. Al modo de las carreras de Production en el AMA de los setenta, el segmento está pidiendo a gritos un campeonato Naked ya.
Aquellas carreras con la Suzuki GS 1000 Yoshimura de Ron Pierce y Wes Cooley, la BMW R 90 S Daytona de John Long, la Harley FLX 1000 y la fantástica Ducati de Paul Smart.
Tomás Pérez