Prueba Harley-Davidson FXDR 114", el poder de la fusión

El Custom hasta ahora se ha basado en una serie de dogmas, la refrigeración es por aire, el plástico es una blasfemia, da igual la potencia, da igual lo bueno que seas pilotando, ha sido un cementerio de elefantes o el refugio de los que se niegan a admitir que hay que saber conducir bien hasta para llevar un hierro. Y ahora nos llega la Softail FXDR, una cruiser que parece pensada por la mente de un quemado que se ha convertido al Custom, una cazadora que pretende sobrevivir en un mundo de extremos y puritanismos, ella viene como un elegante pero despiadado Frankenstein a saldar cuentas con todo y con todos.