Circular para padres de pilotos. Chicho Lorenzo

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Chicho Lorenzo, padre del recientemente proclamado Bicampeón del Mundo de MotoGP, describe el panorama anterior y el actual en la formación de pilotos, los logros de antes y los de ahora, y propone una firme alternativa a la seria pérdida, sobre todo en ámbito económico y social, que, tal y como expone, ha sufrido en los últimos 15 años.

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Chicho Lorenzo:

                        CIRCULAR PARA PADRES Y MADRES DE PILOTOS

Esta carta va dirigida a todos los padres y madres de pilotos que participan en competiciones deportivas del motociclismo de velocidad y están interesados en conocer nuevos puntos de vista sobre el deporte en el que invierten tantas ilusiones, sueños, esfuerzos y dinero. También puede ser interesante para cualquier aficionado a las carreras que quiera saber qué se esconde en la trastienda de este deporte.

MI EXPERIENCIA

A lo largo de 37 años he estado de manera muy activa en las competiciones de motos y durante ese tiempo he pasado por todos los escalones que llevan de la base de este deporte a la elite, lo que me ha permitido vivir todo tipo de experiencias, buenas y malas, que me han servido para ir elaborando mis propias conclusiones, que ahora me gustaría compartir con todos vosotros. Básicamente porque sigo siendo padre de piloto, igual que vosotros y porque creo que hay mucho trabajo por hacer y muchas cosas que mejorar en este deporte, en el que vosotros y vuestros hijos arriesgáis tanto, donde hay tantas injusticias y en el que todos nos encontramos metidos hasta las cejas.

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CÓMO ESTABAN LAS COSAS HACE QUINCE AÑOS
En el año 1.997 se inició la mejor Formula de Promoción que ha conocido este país y posiblemente la historia mundial de este deporte, se llamaba Copa Aprilia Caja Madrid y solo duro cuatro temporadas, pero a día de hoy, quince años después, todavía sigue dando frutos. Por ella pasaron Carmelo Morales, Javi del Amor, Ángel Rodríguez y Javier Forés, punteros del CEV; Iván Silva, piloto de MotoGP, Joan Lascorz, ganador de carreras en el Mundial de Supersport, Efrén Vázquez y Joan Olivé, pilotos de Moto3, los tres subcampeones del mundo: Héctor Barbera, Héctor Faubel y David Salom, y los Campeones del Mundo Julito Simón, Álvaro Bautista, Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo. De aquella Copa salio la mejor generación de pilotos de la historia de nuestro país hasta el momento, y la mayoría de ellos pertenecientes a familias humildes o muy humildes.
Correr aquella Copa tan exitosa costaba muy poco, la 50 no llegaba a tres mil euros, la 125 podía salir por unos seis o siete y la 250 se podía ir a ocho o nueve. Dentro de ese dinero iba la moto, el kit de preparación, los neumáticos y hasta los viajes y la gasolina.
Después de cada carrera se procedía a una rigurosa verificación que penalizaba las trampas y garantizaba la igualdad mecánica. Los premios en metálico eran muy interesantes y también el premio final que garantizaba la promoción del piloto ganador de cada categoría y la prueba de esa promoción está en todos aquellos jóvenes pilotos que destacaron en ella, siguen todavía en activo y bien situados entre los pilotos profesionales, que no tienen que poner dinero para correr o incluso se ganan la vida haciéndolo.
Hace quince años se daban las condiciones ideales como para que un piloto joven de familia humilde, pudiese destacar por su calidad y encontrar ayudas fácilmente.

¿CÓMO ESTÁN LAS COSAS ACTUALMENTE?

Pues las cosas han cambiado mucho en los últimos diez o quince años, y en estos momentos están para ponerse a llorar, porque han cambiado para mal, sobre todo en lo que respecta a los padres y pilotos de familias humildes y de clase media.
Si ahora buscamos unas formulas equivalentes a las de aquella Copa Aprilia, tenemos que irnos a un Mediterráneo de PreGP o a una Copa Ninja, que nos costará, si queremos aspirar a la victoria final, entre cinco, diez o incluso veinte veces más caro, y lo que es peor, ganarlo no sirve absolutamente de nada, no hay una promoción asegurada, no hay premios en metálico, no hay un puesto en un equipo del CEV garantizado, cosas que sí sucedían en la Copa Aprilia.
Si a la falta de promoción le sumamos que el número de niños que practica este deporte, es mucho mayor que antes y más preparados, nos encontramos con mas dificultades para destacar y encontrar ayudas.
Y esto unido al politiqueo y el amiguismo, a los reglamentos que han permitido el aumento brutal y totalmente innecesario de los costes, a la crisis económica que irá para largo y los especialistas en vivir del bolsillo de padres de pilotos, vemos que son demasiados escollos en el camino, a los que tenéis que enfrentaros y que os pondrán muy difícil conseguir vuestro objetivo.

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¿QUÉ CUESTA EN DINERO Y EN TIEMPO FORMAR A UN PILOTO?

Formar adecuadamente a un piloto puede costar muy poco dinero o puede significar la ruina de una familia. De hecho he conocido a unas cuantas familias que se han arruinado intentándolo.
Lo primero que hay que distinguir es que formación y competición no es lo mismo. La competición es necesaria, pero sólo como complemento de la formación, puesto que las circunstancias de presión a las que tienen que enfrentarse los pilotos en la competición, no se pueden simular en unos entrenamientos y el piloto necesita habituarse a esa presión como parte de su formación.
Pero hay muchos intereses económicos para que los padres crean que los pilotos se forman dando vueltas a los grandes circuitos, sobre las mejores motos posibles y compitiendo en los campeonatos más caros. Ahí es donde está la trampa en la que caen la mayoría de los padres y que tanto dinero cuesta y tantos disgustos genera.
La realidad a la hora de formar a un piloto adecuadamente es muy diferente, no cuesta tanto dinero, sino mucho menos, pero para abaratar esos costes hay que tener una serie de cosas en cuenta:
· En primer lugar son necesarios y está demostrado científicamente, diez años de trabajo bien hecho, a una media de tres horas diarias, para conseguir una buena base, unos buenos cimientos, que permitan después empezar a construir una carrera deportiva con garantías de éxito y que no se venga abajo a la primera adversidad. Diez años, a tres horas diarias dedicadas a una formación, es el tiempo necesario para que un cerebro humano cree las redes neuronales suficientes para convertirse en un experto en cualquier disciplina, hobby o profesión. Esto es matemática pura y no hay atajos.
· Cuanto antes se empiece, mejor, pues con los años el ser humano pierde capacidad de aprendizaje de nuevas habilidades y capacidades y cuando más tarde empiece, más desventajas tendrá frente a pilotos más primerizos.

Dos anos reducida· Formar a un piloto dando vueltas a una pista de asfalto ya no funciona, porque para desarrollar toda la técnica que necesita, tiene que recurrir a otro tipo de trabajo más completo y amplio, como la práctica y competición en otras especialidades motociclistas y desarrollar la técnica con ejercicios de todo tipo.
· También hay que tener en cuenta la formación en los aspectos físicos y mentales, tan importantes como los aspectos técnicos.
· Las carreras de motos son una actividad de alto riesgo, en la que los participantes se pueden hacer mucho daño, por lo que una buena preparación técnica, física y sobre todo mental, minimiza ese riesgo y prepara al piloto para que pueda ejercer con más garantías de seguridad su deporte.
· En el periodo de formación no es necesario disponer de la ultima tecnología en motos, cualquier moto puede servir, pues no se trata de conseguir resultados, sino de desarrollar conocimientos, habilidades y capacidades, por lo que la formación puede resultar muy barata sin que su calidad se resienta.

Para que veáis que el ultimo punto es así, os dejo parte de la entrevista que Mat Oxley le hizo al ex-piloto inglás Ian Newton, que ayudo a la familia Stoner cuando llegaron a Inglaterra:

“Una de las razones por las que Casey es tan bueno es porque siempre ha pilotado chatarra. Cuando comenzó con la 125 vimos que la moto no estaba muy recta y resultó que las soldaduras del chasis se habían rajado…Ése es el tipo de motos que solía pilotar. Por eso pienso que cuando la moto no está a punto, él puede compensarlo más que los demás”.

Mi hijo también se formó pilotando chatarra, motos viejas que usábamos dos o tres años y acabábamos vendiendo por el mismo precio que nos habían costado. Su capacidad de adaptación a cualquier moto es famosa y todos los periodistas y técnicos la destacan, pero esa capacidad no le vino de serie, la desarrolló pilotando todo tipo de trastos viejos, de todas las especialidades.

-> El porqué de la situación actual

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