Britten, una moto muy adelantada a su tiempo

Escrito por José Angel el . Publicado en Constructores y creaciones

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CONSTRUCTORES En un pequeño taller de Nueva Zelanda entre 1991 y 1998 se construyeron sólo 10 motos bajo las instrucciones de un genio de la ingeniería: John Britten. Por desgracia Britten perdió la batalla contra el cáncer en 1995 por lo que nunca pudo ver completamente todo el potencial de su saber hacer y sus grandes ideas. (Sigue Leyendo)

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John Britten nació en 1950 y como muchos genios era disléxico, cursó estudios de ingeniería en Nueva Zelanda que le llevaron a trabajar una empresa llamada Rowe diseñando maquinaria pesada y todoterreno, se convirtió en un artista de bellas artes, diseñaba y fabricaba iluminación con vidrio trabajado, después se involucró en el negocio familiar de diseño y desarrollo. En 1992 creó la empresa de fabricación de motos Britten y sólo tres años después murió de cáncer de piel inoperable.

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Todo en sus motos se construía a mano en un cobertizo en Auckland, incluso el motor, un bloque de 999 cc refrigerado por agua, con inyección de gasolina, un cuatro tiempos bicilíndrico en V a 60 grados.

La gran novedad es que carecen de chasis, el propio motor hace de elemento que cumple con esa función, es decir, las piezas se atornillan al mismo motor, además dicho propulsor cuenta con válvulas y bielas de titanio, suspensión delantera de doble horquilla, el radiador se puso debajo del asiento, además un embrague seco y cartografía del motor programable, recuerda cuando estés leyendo todo esto que estamos hablando de principios de los 90. El resultado final era una potencia de 166 cv para un peso de 138 kg.

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En el circuito de Daytona registró una increíble velocidad de 188 mph, o lo que es lo mismo 300 km/h, lo que supuso récord del circuito. En cuanto a la imagen las motos salidas del taller de Britten son impresionantes, una imagen que no deja indiferente y si ahora sorprenden en aquella época fueron un bombazo.

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Dicho motor era de una complejidad tal que lo hacía inviable para la fabricación en serie, no se podía llevar a producción, por tanto la competición era su único campo de batalla. En 1992 la moto Britten ganó la ronda holandesa del campeonato llamado algo así como ‘La batalla de las Twin (BOTT)’ y en 1994 ganó la carrera de la BOTT de Daytona pilotada por Andrew Stroud.

 

En 1995 ganó la BEARS (British, European and American Racing) World Championship y al año siguiente ganó el campeonato nacional de Superbikes de Nueva Zelanda. Las Britten también establecieron varios récords mundiales, incluyendo el de velocidad punta en una milla con una moto de menos de 1000 cc, con un registro de 188,09 mph (300,94 kms/h), el del cuarto de milla con 134,61 mph (223,45 kms/h), o el del kilómetro estableciéndolo en 186,24 mph (297,98 kms/h)

 

La moto número uno, apodada El cardenal, sigue siendo propiedad de Britten Motocicletas de Auckland, Nueva Zelanda. El número dos se exhibe en el Museo de Nueva Zelanda en Wellington, la tres es propiedad de Roberto Crepaldi en Milán, la cuatro es propiedad de Jim Hunter en Massachusetts, EE.UU., la cinco es propiedad de Dr. Mark Stewart en Michigan, EE.UU., la seis está en manos de Kevin Grant en Auckland y es la única que todavía se utiliza para competir, la siete se expone en el Museo de la moto de Barber Vintage en Alabama, EE.UU., la ocho es propiedad de Michael Canepa en California, Gary Turner, de Holanda tiene el número nueve, y la número 10 está en las manos de Michael Iannuccilli en las Vegas, EE.UU.

Al construirlas su valor fue de más de 40.000 €, pero es casi imposible calcular el valor que alcanzaría una Britten si se sacara a subasta ahora. John Britten quería que se construyeran 10 motocicletas y después de su muerte su pequeño equipo cumplió con sus deseos. Cada una de las 10 máquinas tienen una historia diferente, lo que afectaría a su valor, y lo más probable es que se vendan de forma privada, así que nunca se sabrá el precio de venta, no obstante, hay expertos que estiman que en el mercado británico podrían alcanzar la increíble suma de 250.000 libras esterlinas, tras la historia del Brexit la libra está cayendo pero sigue siendo un pastón increíble. Pero teniendo en cuenta que sólo hay 10 unidades, y nadie parece querer desprenderse de una, un propietario podría pedir casi lo que le dé la gana por desorbitado que fuera el precio, estamos ante una de las motos más caras y deseadas en el mundo.

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